Ley de seguridad

Los partidos se han centrado, a la hora de rechazar la nueva ley de seguridad, en la cadena perpetua revisable para rechazarla. Creo que hay dos cuestiones que, aunque puedan ser constitucionales, son aún más graves, es decir, de espíritu totalitario. La primera, que al pasar algunas faltas a ser delitos administrativos, las sanciona el mismo ente que ha denunciado porque ambos están bajo la misma dirección, sin ausencia de un juez independiente, y eso produce, necesariamente, una indefensión para el acusado que no es digna de un Estado moderno. La segunda, que no se pueda filmar a los agentes...

Los partidos se han centrado, a la hora de rechazar la nueva ley de seguridad, en la cadena perpetua revisable para rechazarla. Creo que hay dos cuestiones que, aunque puedan ser constitucionales, son aún más graves, es decir, de espíritu totalitario. La primera, que al pasar algunas faltas a ser delitos administrativos, las sanciona el mismo ente que ha denunciado porque ambos están bajo la misma dirección, sin ausencia de un juez independiente, y eso produce, necesariamente, una indefensión para el acusado que no es digna de un Estado moderno. La segunda, que no se pueda filmar a los agentes del orden en sus actuaciones no ajustadas a la ley, porque eso produce que esos policías puedan no actuar civilizadamente con total impunidad, dicho de otro modo, con esta ley en la mano, si trasladásemos los hechos a Estados Unidos, sus agentes, que hemos visto recientemente cómo delinquen y que han sido procesados por grabaciones ciudadanas, quedarían protegidos y los atacados culpabilizados además de agredidos, o muertos.— Dionisio Rodríguez Castro.