Sobre la negociación entre Grecia y la UE

Una gran parte de la investigación sobre las negociaciones se ha realizado utilizando dilemas sociales. Estos simulan bastante bien una situación de interdependencia, donde las decisiones de cada una de las partes en solitario afectan a las demás, y donde hay tensiones tanto para la cooperación como para la competición. Uno de los dilemas más empleados es el “dilema del gallina” (chicken dilemma), que genera una situación para la cual se utiliza el ejemplo de la absurda competición entre dos conductores que lanzan sus coches entre sí en una vía de un único sentido. Si los dos siguen a...

Una gran parte de la investigación sobre las negociaciones se ha realizado utilizando dilemas sociales. Estos simulan bastante bien una situación de interdependencia, donde las decisiones de cada una de las partes en solitario afectan a las demás, y donde hay tensiones tanto para la cooperación como para la competición. Uno de los dilemas más empleados es el “dilema del gallina” (chicken dilemma), que genera una situación para la cual se utiliza el ejemplo de la absurda competición entre dos conductores que lanzan sus coches entre sí en una vía de un único sentido. Si los dos siguen adelante el resultado es desastroso para ambos; sin embargo, si uno se aparta (el gallina) puede salvar su vida y su coche, y el adversario resultaría vencedor. En definitiva, el ejercicio enseña cómo en una situación de este tipo, la competición tiene resultados muy desfavorables para ambos, y lo más coherente para los dos es la colaboración.

En estos momentos se está jugando un dilema de este tipo entre Grecia y la Unión Europea. La UE está solicitando al Gobierno griego que acepte las condiciones impuestas y negociadas con Gobiernos anteriores, algo que parece ser inaceptable para Tsipras y su Gabinete; Grecia, por el contrario, está amenazando con salirse del euro, con las consecuencias tan desastrosas que tendría para toda la zona económica común. El juego ya está en marcha y los coches avanzando a toda velocidad hacia el adversario. Es ingenuo aventurar que en un juego así, como parecen hacer algunos líderes europeos, el choque no tendría ninguna consecuencia.— Francisco J. Medina.