Cartas al director

Adiós, Santi Trancho

La muerte de Santi Trancho ha sido como cuando te aprietan el corazón muy fuerte y casi no respiras. Incluso para mí, que ignoraba su trabajo que ahora leo y su programa, que pocas veces vi. Pero es como una sensación extraña, porque siento que era una de esas personas con sueños a raudales y que se tomaba en serio su vida sin parar de reír al mismo tiempo. Y me produce ternura cómo miraba y cómo sujetaba la cámara como si fuese la extensión de su mano.

Ahora queda esa sensación de vacío que se produce en el mundo cuando desaparecen personas que sueñan mucho y que hacen soñar con su art...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La muerte de Santi Trancho ha sido como cuando te aprietan el corazón muy fuerte y casi no respiras. Incluso para mí, que ignoraba su trabajo que ahora leo y su programa, que pocas veces vi. Pero es como una sensación extraña, porque siento que era una de esas personas con sueños a raudales y que se tomaba en serio su vida sin parar de reír al mismo tiempo. Y me produce ternura cómo miraba y cómo sujetaba la cámara como si fuese la extensión de su mano.

Ahora queda esa sensación de vacío que se produce en el mundo cuando desaparecen personas que sueñan mucho y que hacen soñar con su arte.— Marina García Diéguez. Monterroso, Lugo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En