Fichajes estrella en la política
Ponga usted una prestigiosa firma en su partido y ganará las elecciones. Los partidos políticos pretenden seducir a los votantes indecisos o desengañados, con un personaje carismático que los atraiga nada más comience a hablar. Independientemente de su programa, Podemos ha conseguido revolucionar el patio político. Su líder, un personaje con estudiado desaliño (lo importante son las ideas, no la estampa) y el ego sabiamente controlado, ha sabido conectar con mucha gente pisoteada por la crisis y en tiempo récord. Se habla mucho de que una de las causas de esa conexión ha sido el carisma de su ...
Ponga usted una prestigiosa firma en su partido y ganará las elecciones. Los partidos políticos pretenden seducir a los votantes indecisos o desengañados, con un personaje carismático que los atraiga nada más comience a hablar. Independientemente de su programa, Podemos ha conseguido revolucionar el patio político. Su líder, un personaje con estudiado desaliño (lo importante son las ideas, no la estampa) y el ego sabiamente controlado, ha sabido conectar con mucha gente pisoteada por la crisis y en tiempo récord. Se habla mucho de que una de las causas de esa conexión ha sido el carisma de su cabecilla, así que, a pocos meses de la primera cita electoral del año, el resto de partidos se han lanzado a la caza y captura del carisma perdido. Como ejemplos más recientes tenemos que el PSOE ha conseguido comprometer a Ángel Gabilondo, exministro de Educación que estuvo a punto de pasar a la historia por ser el primero en lograr el primer gran pacto por la educación; e Izquierda Unida, que se ha decantado por la lírica, colocando en primera fila a uno de sus militantes más comprometidos: Luis García Montero, poeta, excatedrático de Teoría de la Literatura en Granada, novelista y ensayista. Parece ser que ahora se llevan los fichajes estrella.— Nieves Pérez Amador.