Analizando el ‘problema griego’
Las noticias en prensa acerca de una solución al problema griego,me han llevado a la relectura de Habermas en cuyas obras se abordan temas que, a mi juicio, pueden arrojar luz sobre la forma de entender la praxis política de las formaciones Podemos y Syriza.
Frente a quienes establecen un paralelismo de contenido, enfocando negativamente en el radicalismo de sus propuestas, considero que convergen sobre todo en aspectos procedimentales, como el modo de entender la práctica política como superación de viejas formas tradicionales. En este sentido, Habermas propone el concepto de...
Las noticias en prensa acerca de una solución al problema griego,me han llevado a la relectura de Habermas en cuyas obras se abordan temas que, a mi juicio, pueden arrojar luz sobre la forma de entender la praxis política de las formaciones Podemos y Syriza.
Frente a quienes establecen un paralelismo de contenido, enfocando negativamente en el radicalismo de sus propuestas, considero que convergen sobre todo en aspectos procedimentales, como el modo de entender la práctica política como superación de viejas formas tradicionales. En este sentido, Habermas propone el concepto de democracia deliberativa como proceso de toma de decisiones pública según el cual los ciudadanos tratan de llegar a acuerdos buscando un punto de vista común. Lo interesante en este proceso de formación democrática de la opinión y la voluntad general es que los ciudadanos pueden exigir “aceptabilidad racional” a las leyes jurídicas como fundamento de legitimidad de las mismas; aceptabilidad racional que habría sido el criterio para rechazar la austeridad impuesta en Grecia o en España.
También la propuesta de democracia radical de Habermas se hallaría presente en la necesidad de diálogo del Gobierno griego con las instituciones europeas; diálogo enfocado a lograr consensos acerca de intereses universalizables —el verdadero rescate de la miseria económica y moral del pueblo griego. De este modo, desde una perspectiva ética, este modelo de política deliberativa presente en ambos partidos no hace sino reflejar la necesidad de nuevas formas de comunicación que recojan la voluntad de la sociedad civil de dar paso definitivamente al sentido común.— Eva Camargo Carmona.