Cartas al director

No es igual predicar que dar trigo

La formación izquierdista griega que, tras haber consolidado su victoria, ha formado un Gobierno para negociar con la troika comunitaria, es una fuente de sorpresas; porque, a la rapidez con la que se ha encaramado al frente del pueblo heleno, se ha unido la inesperada alianza —ni más, ni menos— que con un partido de la derecha nacionalista.

Las promesas hechas a lo largo de su campaña de cambios reales con los Gobiernos precedentes, sobre todo paliando la alarmante ausencia de ministras y de mujeres en puestos de dirección y gestión, visto lo visto, parecen haber caído en saco...

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La formación izquierdista griega que, tras haber consolidado su victoria, ha formado un Gobierno para negociar con la troika comunitaria, es una fuente de sorpresas; porque, a la rapidez con la que se ha encaramado al frente del pueblo heleno, se ha unido la inesperada alianza —ni más, ni menos— que con un partido de la derecha nacionalista.

Las promesas hechas a lo largo de su campaña de cambios reales con los Gobiernos precedentes, sobre todo paliando la alarmante ausencia de ministras y de mujeres en puestos de dirección y gestión, visto lo visto, parecen haber caído en saco roto. Y es que, aparte de que no es igual predicar que dar trigo, siempre hemos oído decir a nuestros mayores qué sencillo es emplear la palabrería ante una necesidad, pero los hechos son lo importante.— Alfonso Calderón Sánchez.

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