Nuestros fieles amigos

Desde hace ya mucho tiempo he visto carteles del tipo: “Él nunca lo haría” o “no lo abandones”. Sí, estoy hablando del mejor amigo del hombre: el perro. Cuando entras a una tienda de animales y ves a esa bolita de pelo con unos ojos brillantes clavados a los tuyos mientras relame intensamente el cristal y apoya sus adorables patitas como diciendo: “¡Quiéreme!”, ya hay varios niños alrededor rogando a sus padres que se lo compren.

Los adultos, para satisfacer el deseo de sus hijos, sacan su cartera y lo compran como si se tratara de un juguete o una golosina. Los perros son mucho más que...

Desde hace ya mucho tiempo he visto carteles del tipo: “Él nunca lo haría” o “no lo abandones”. Sí, estoy hablando del mejor amigo del hombre: el perro. Cuando entras a una tienda de animales y ves a esa bolita de pelo con unos ojos brillantes clavados a los tuyos mientras relame intensamente el cristal y apoya sus adorables patitas como diciendo: “¡Quiéreme!”, ya hay varios niños alrededor rogando a sus padres que se lo compren.

Los adultos, para satisfacer el deseo de sus hijos, sacan su cartera y lo compran como si se tratara de un juguete o una golosina. Los perros son mucho más que eso, no solo dicen quiéreme, también dicen cuídame, paséame, cepíllame y muchas otras obligaciones que conlleva adquirir un canino, que muchos no realizan y llevan finalmente a su abandono.

Cada año se abandonan aproximadamente 200.000 mascotas en España, siendo el país con más abandono animal en Europa.

En mi opinión, deberíamos quitar a los cachorros de las tiendas en todas las comunidades, al igual que se ha hecho en Navarra. Así, el comprar un perro no sería un simple impulso, sino un trámite que debemos llevar a cabo en varias semanas.— Virginia Sancho Ochoa.