Podemos se topa con la Macarena

Si eso de “tomar el cielo por asalto”, que tan rotundamente afirmó Pablo Iglesias que pensaba hacer, incluía suprimir la Semana Santa sevillana, mejor será que cambie de táctica. Podemos no es que se haya topado con la Iglesia, que hoy día no tendría importancia, es que ha topado, ni más ni menos, con la devoción y uno de los sellos más emblemáticos de una ciudad. Begoña Gutiérrez, la secretaria de Podemos en Sevilla, bien podrá decir que “con la Macarena hemos topado”, porque su peregrina idea de someter a referéndum, si gana Podemos, la supresión de la Semana Santa hispalense ha concitado el...

Si eso de “tomar el cielo por asalto”, que tan rotundamente afirmó Pablo Iglesias que pensaba hacer, incluía suprimir la Semana Santa sevillana, mejor será que cambie de táctica. Podemos no es que se haya topado con la Iglesia, que hoy día no tendría importancia, es que ha topado, ni más ni menos, con la devoción y uno de los sellos más emblemáticos de una ciudad. Begoña Gutiérrez, la secretaria de Podemos en Sevilla, bien podrá decir que “con la Macarena hemos topado”, porque su peregrina idea de someter a referéndum, si gana Podemos, la supresión de la Semana Santa hispalense ha concitado el rechazo unánime de toda la ciudad. Lo cierto es que han topado con la Macarena, con Jesús del Gran Poder, la Esperanza de Triana, el Cachorro, el Cristo de los Gitanos, etcétera. ¡O sea, con toda Sevilla! Y digo con toda porque la Semana Santa sevillana va mucho más allá de las creencias religiosas de los sevillanos. La ingenuidad de Podemos, mezclada con una descarada osadía, les hace creer que pueden someter todo a referéndum, hasta los sentimientos de un pueblo. A ver si se enteran de que la democracia asamblearia directa no existía ni en la antigua Grecia. Allí se votaba por tribus, y los referendos, hasta para decidir de qué color hay que pintar una farola, solo los hacen en Suiza. Yo que Pablo Iglesias, le aconsejaría a Begoña Gutiérrez que para remediar su metedura de pata se hiciera devota penitente de cualquier hermandad o incluso costalera, y no estaría de más que fuera aprendiendo a cantar saetas. ¡De aquí a la Semana Santa aún tiene tiempo!— Carlos Luis Ruiz Alcaide.