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El blog de viajes
Por Paco Nadal

Sentado con los pies colgando sobre el Teide

Los clichés son malos consejeros para el turista. Las islas Canarias, por ejemplo, pasaron tanto tiempo publicitándose como destino de sol y playa que ahora les cuesta quitarse el sambenito. Y eso que quien conoce de verdad las Canarias sabe que –como en la célebre película de Disney- la belleza está en el interior. Y que se pueden hacer muchas más cosas además de tomar el sol en una playa.

Empecé a amar las Canarias cuando descubrí ese interior aún...

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Los clichés son malos consejeros para el turista. Las islas Canarias, por ejemplo, pasaron tanto tiempo publicitándose como destino de sol y playa que ahora les cuesta quitarse el sambenito. Y eso que quien conoce de verdad las Canarias sabe que –como en la célebre película de Disney- la belleza está en el interior. Y que se pueden hacer muchas más cosas además de tomar el sol en una playa.

Empecé a amar las Canarias cuando descubrí ese interior aún poco masificado y mucho más auténtico. Ya sea en las islas pequeñas, como El Hierro, La Palma o La Gomera, o en las más grandes, donde también hay muchas cosas que descubrir más allá de las playas con hoteles de medio pelo y chiringuitos con rótulos en inglés.

Por ejemplo, en Tenerife, donde estoy esta semana. Ayer tuve la suerte de hacer un vuelo en parapente biplaza saltando desde la pista de Izaña, en el borde del Parque Nacional del Teide. Es la pista de despegue con mayor desnivel de Europa ya que sales de 2.200 metros y aterrizas en la playa.

Si repetís la experiencia y os toca un día de sol radiante como el que por suerte me tocó a mí alucinaréis con la experiencia. ¡En mi vida he hecho un vuelo con mejor vista panorámica!

A un lado se divisaba con una nitidez pasmosa el cono perfecto del Teide, como un sombrero que coronara la isla. Abajo, los pinares que tapizan las laderas volcánicas del parque nacional. Un poco más allá, todo el valle de La Orotava, con su verde esplendor. Luego, el Puerto de la Cruz y el azul de las piscinas de Lago Martiánez, como antesala del océano. Y sobre la línea del horizonte, emergiendo abruptamente del Atlántico, la isla de La Palma.

Fue como estar sentado con los pies colgando sobre la cima del mundo. Media hora de deleite sensorial apta para todo el mundo, ya que yendo de paquete solo tienes que disfrutar y dejar que el piloto se encargue del vuelo.

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¡Os lo recomiendo, aunque creáis que tenéis vértigo! (volé con la empresa Enminube.net, que ofrece vuelos en parapente en la isla de Tenerife todos los días del año).

Luego por la tarde me di otro festín de naturaleza, en este caso marina: un paseo en kayak de mar por los soberbios acantilados de Los Gigantes, en el sur de la isla.

Los Gigantes se llaman así por algo: tienen 400 metros de altura y un frente de 15 kilómetros. Cuando vas navegando con tu frágil canoa a sus pies te sientes diminuto, un alfeñique ante la majestuosidad de la pared de roca volcánica.

El mar suele estar siempre tranquilo en esta zona de la isla por lo que son excursiones muy placenteras en canoas dobles, aptas también para todo tipo de público.

Las organiza la empresa Teno Activo.

Comentarios

Excelente foto, pero sería incapaz de hacerlo.
Paco, muchas gracias por el articulo. Soy de Tenerife y vivo en el Reino Unido, asi que te podras imaginar lo ignorante que la gente es aqui con respecto a Canarias. Creen que saben algo porque pasaron una vez 5 dias en los Cristianos/Americas y no salieron de alli. La publicidad de destino de sol y playa nos ha hecho mucho dano. Conozco gente que no va a Canarias porque el turismo que va alli es de baja calidad (chavs se los llama aqui) y creen que no hay nada mas que ofrecer. Asi que en los anos que llevo aqui me he propuesto desmentir ese mito, por mucho que cueste y la frustacion que a veces me produzca. Saludos!
Gracias Paco por contribuir a quitarnos ese sambenito de turismo cutre que tenemos. Aunque de todas maneras, es del turista del que tiene que salir la intención de conocer algo más que la piscina de su hotel.
Recién llegado de Tenerife y gran Canaria que estoy y enamorado que vengo. He podido disfrutar tanto del interior, como de la costa y he de decir que ya estoy planeando la siguiente visita. Por no hablar de la gastronomía canaria y sus vinos!
Qué cabronazo. He vuelto hace menos de dos semanas de La Palma e hizo un tiempo magnífico, como para bañarnos, y eso que hay muy pocas playas. Las "Islas Afortunadas" se llaman así porque lo son. También hace mal tiempo, claro, pero ni tu ni nadie lo pilla y lo cuenta.
Para eso estáis los expertos, para mostrarnos mas allá de los catálogos repetidos de las agencias. Y de la consabida frase del otro experto. ¿Tal sitio?, en dos días lo has visto todo.Pues no; tampoco la foto de Benidorm es la de Agosto. Y así todo.Gracias por dar ideas.
De Paco a Paco, eres un tío con suerte. Ya me gustaría a mi viajar tanto y poder estar con mujeres de todos los lugares http://goo.gl/Mt8ufV
Yo confieso que conocí que en Tenerife se podían hacer estupendos treks por una amiga alemana. Y luego leyendo que la Merkel iba a La Palma y sabiendo lo lista que es la tía, para allí que fuimos y alucinamos. Y Lanzarote, por algo tienen su ironman. No sabemos lo que tenemos...
He vivido 20 años en Lanzarote y me sigo considerando vasconejero. Claro que hay mil cosas que hacer y ver en las Islas Afortunadas. Eso sí, mejor evitar Las Américas en Tenerife o Playa del Inglés en Gran Canaria.

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