Cartas al director

Campeones del mundo

Dijo el gran Mohamed Alí que un campeón tiene más de adrenalina que los demás, talento y voluntad, pero que por grande que fuese el talento, la voluntad debía ser aún más poderosa. El Campeonato del Mundo de Baloncesto regalaba a los cada vez más numerosos aficionados la posibilidad de disfrutar de un éxito y un ejemplo para las generaciones siempre deseable. Como todos sufrimos, ha sido un fiasco.

El equipo nacional, pésimamente dirigido por un seleccionador sin personalidad y/o autoridad, ha caído en cuartos con un rival de menor talento, pero de mucha más voluntad. Las preguntas que ...

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Dijo el gran Mohamed Alí que un campeón tiene más de adrenalina que los demás, talento y voluntad, pero que por grande que fuese el talento, la voluntad debía ser aún más poderosa. El Campeonato del Mundo de Baloncesto regalaba a los cada vez más numerosos aficionados la posibilidad de disfrutar de un éxito y un ejemplo para las generaciones siempre deseable. Como todos sufrimos, ha sido un fiasco.

El equipo nacional, pésimamente dirigido por un seleccionador sin personalidad y/o autoridad, ha caído en cuartos con un rival de menor talento, pero de mucha más voluntad. Las preguntas que surgen son: por qué se autoriza a jugadores que tienen la obligación profesional de estar concentrados a viajar para asistir a eventos personales (como nacimientos) faltando con ello a los entrenamientos y a la concentración debida; por qué se convoca a excelentes jugadores para no darles minutos, cuando se contempla, impertérrito, el bajo rendimiento de algunos titulares. Es una falta de respeto a sus propios compañeros y a su país. A todos los aficionados nos deben una disculpa pública y, en el caso del seleccionador, nos debe una dimisión. Alguien debe comenzar a asumir sus responsabilidades en España.— Marian Bárcena Melero.

 

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