Mas Europa, mejor Europa
Las últimas elecciones al Parlamento Europeo se han saldado con un preocupante avance de los partidos euroescépticos, nada puede hacer una institución como esta cuando los que votan se deciden por una u otra opción. Esto es democracia y hay que respetar los resultados de las urnas.
Sin duda alguna el avance de los euroescépticos es un batacazo para la Unión Europea, pero si vemos el lado positivo de estos últimos comicios la tendencia hacia la abstención ha cambiado. Es cierto que seguimos sin acudir en masa a las urnas, pero hemos votado más que en elecciones anteriores y eso siempre e...
Las últimas elecciones al Parlamento Europeo se han saldado con un preocupante avance de los partidos euroescépticos, nada puede hacer una institución como esta cuando los que votan se deciden por una u otra opción. Esto es democracia y hay que respetar los resultados de las urnas.
Sin duda alguna el avance de los euroescépticos es un batacazo para la Unión Europea, pero si vemos el lado positivo de estos últimos comicios la tendencia hacia la abstención ha cambiado. Es cierto que seguimos sin acudir en masa a las urnas, pero hemos votado más que en elecciones anteriores y eso siempre es bueno para la democracia. Aviso para navegantes: si tú no decides, alguien lo hará por ti.
El votar más implica más democracia, y eso es bueno para la legitimidad de las instituciones europeas. Pero el simple hecho de acudir a votar representa también una contrapartida de las instituciones: deben respetar la decisión de la mayoría de ciudadanos, y sé que aunque personalmente no haya votado al candidato del Partido Popular Europeo (PPE), el luxemburgués Jean-Claude Juncker —un hombre cuya imagen al frente del eurogrupo, no fue del agrado de todos— hoy me he convertido en su más fiel defensora a presidir la Comisión Europea. Porque quiero seguir creyendo en el proyecto europeo, quiero seguir creyendo eso que nos decían las instituciones “esta vez son diferentes” y porque entiendo que esto no se trata del PPE, Juncker, Schulz, Merkel o Cameron; se trata de Europa, de creer en un proyecto en común que no puede amedrentarse a los chantajes de siempre. No nos enfrasquemos en disputas que lo único que buscan es menos Europa. Pertenezco a una generación que no se conforma con el discurso oficial de: “Más Europa”, lo que buscamos es más Europa, pero también una mejor Europa.— Taylin Aroche Bonilla.