Cartas al director

La mala reputación

Dice el nuevo presidente de la patronal bancaria, la Asociación Española de Banca, que el principal problema de los bancos es recuperar la reputación. Pues mucho han de esforzarse don José María Roldan y sus colegas para conseguir que los ciudadanos lleguemos a considerar a “nuestro” banco actual como quisimos a “nuestra caja” de toda la vida. Porque nuestra caja, para empezar, tenía nombre y apellidos, los del director y los empleados de la oficina donde acudíamos a sacar dinero tras comprobar que nos habían ingresado la nómina cada día primero de mes, y que nos llamaban por nuestro nombre. E...

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Dice el nuevo presidente de la patronal bancaria, la Asociación Española de Banca, que el principal problema de los bancos es recuperar la reputación. Pues mucho han de esforzarse don José María Roldan y sus colegas para conseguir que los ciudadanos lleguemos a considerar a “nuestro” banco actual como quisimos a “nuestra caja” de toda la vida. Porque nuestra caja, para empezar, tenía nombre y apellidos, los del director y los empleados de la oficina donde acudíamos a sacar dinero tras comprobar que nos habían ingresado la nómina cada día primero de mes, y que nos llamaban por nuestro nombre. Eran tiempos en que se nos estimaba como clientes y por eso tenían el gesto de regalarnos un calendario, una agenda, un bolígrafo o cualquier otra nadería pero que, para nosotros, significaba mucho porque nos hacía sentirnos clientes importantes. La sentíamos cercana a nosotros cada vez que en el colegio de nuestros hijos se entregaban diplomas, medallas o trofeos donados por “la Caja”. Todos sabíamos que detrás de cada caja, y de la nuestra también, había una “obra social” que se hacía patente cerca de nosotros. Y, para mayor inri, no se quedaban con tantas viviendas de sus clientes como se quedan hoy… Ahora, aquellos grandes bancos que han engullido a nuestras cajas de toda la vida andan preocupados por su reputación. Les digo, trátenme como lo hacía mi caja y luego hablamos de su reputación.— Joaquín Cos Delgado.

 

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