El arte inmortal y suicida de Francesca Woodman

FOTOGALERÍA: El grito de la mujer discriminada

"Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones, en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…". Un último suspiro; el pensamiento póstumo de Francesca Woodman que quedaría plasmado en la carta que escribió justo antes de tirarse por una ventana el 19 de enero de 1981. Tenía 22 años.

La directora de la galería de arte Sammlung Verb...

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FOTOGALERÍA: El grito de la mujer discriminada

"Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones, en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…". Un último suspiro; el pensamiento póstumo de Francesca Woodman que quedaría plasmado en la carta que escribió justo antes de tirarse por una ventana el 19 de enero de 1981. Tenía 22 años.

La directora de la galería de arte Sammlung Verbund (Viena), Gabriele Schor, decidió organizar una exposición de Woodman a principios de este año, aprovechando que contaban con 80 fotografías de la artista, 20 de ellas inéditas. Schor recuerda que "la evanescencia de la figura femenina en las fotografías de Francesca a menudo ha sido interpretada como una anticipación estética de su suicidio". Sin embargo, en la exposición han intentado "reflejar su apasionada puesta en escena".

Su obra se engloba dentro de las de artistas de la vanguardia feminista de los años 70 que dieron un giro a la imagen que hasta entonces se tenía de la mujer como ama de casa, sumida en un mundo gobernado por hombres.

Usando el humor, la ironía y la autodeterminación mujeres como Suzanne Lacy, Cindy Sherman, Ana Mendieta y la propia Francesca Woodman contribuyeron notablemente a la lucha del feminismo. Su arte era un arte radical que rompía con las normas establecidas. Cualquier objeto valía para jugar y crear una obra con él; aparecía y desaparecía de sus fotografías para después volver a integrarse con el todo; disfrazaba y escondía los objetos; cambiaba el estado de las cosas.

La joven pasó su infancia a caballo entre Boulder, un pueblo del estado de Colorado, y Antella, una pequeña aldea italiana de la campiña toscana donde estuvo en contacto con reconocidos artistas de la alta sociedad de Florencia. Sus padres, ambos también ligados al mundo del arte, poseen un archivo de más de 800 fotografías de Francesca. Por el momento solo 120 han sido expuestas y únicamente se ha publicado un libro de su obra titulado Algunas geometrías interiores desordenadas de 1981.

Sus imágenes están impregnadas de un aura fantasmal cuyo protagonista es siempre el desnudo; el cuerpo y el desnudo. Lo abstracto y lo borroso se pierde y se difumina con los salones retratados donde la propia artista hace en ocasiones de modelo. Un talento interrumpido demasiado pronto que sigue, sin embargo, evocando inspiración y sirviendo como punto de referencia para el movimiento feminista. Pero ¿cómo llegó Francesca Woodman a anhelar la muerte? El fracaso con el que tuvo que lidiar a muy temprana edad debido al constante rechazo por parte de algunos fotógrafos influyentes de Nueva York empezó a hundir su moral. Junto a ello, se señala también como condicionante el paso por una ruptura traumática que le obligó a peregrinar por varios centros psiquiátricos y que finalmente le sumió en una enorme depresión. La trayectoria de la fotógrafa ha sido tan elogiada como emulada por otros artistas, por ejemplo la canadiense Rebecca Cairns.

En la muestra de Viena, que lleva abierta desde el 20 de enero y que se mantendrá hasta el 21 de mayo, se muestran 80 de sus fotografías. Cuando se pregunta a Gabriele Schor, directora de la muestra, por su instantánea favorita, lo tiene claro: "La titulada Mi casa, de 1976. Esta fotografía muestra el interior de una habitación y en su esquina hay una figura femenina envuelta en una lámina transparente. El papel de aluminio se convierte en una segunda piel o una demarcación con el mundo exterior. Protege y delimita el cuerpo al mismo tiempo, sin dejar de preservar la relación con el espectador a través de la transparencia. La manera en la que ha dispuesto los accesorios dentro de la habitación es también muy llamativa, parece que todo ha sido bien pensado".

Cuando la exposición cierre sus puertas las 80 piezas fotográficas viajarán al Bozar de Bruselas donde permanecerán del 18 de junio al 31 de agosto. Gabriele Schor, comisaria de la Sammlung Verbund, asegura que aunque no tienen fijado ningún otro destino, les gustaría traer la exposición a Madrid, “una de las ciudades más bellas del mundo”, elogia Schor, donde parte de su obra ya se expuso el verano pasado en el Círculo de Bellas Artes junto a otras artistas feministas.

Francesca Woodman se despide de la vida: "Un día más desperté sola en estas sillas blancas. Un instante entre muchos, una transición hacia otra historia. Todo lo demás es un universo sugerido. Un cuento misterioso y evocador. Fin de la historia".

Comentarios

Alguien dijo una vez que el mayor valor del hombre es el suicidio, proque hay que ser muy valiente para suicidarse... o estar muy mal de la cabeza.http://goo.gl/0SbKpe
La creatividad es una prueba dura, por haber puesto en ella todo su potencial, y no ser reconocido.Algunas/os artistas como Francesca sucumben a la depresión, por no disponer de la energía suficiente, para percibir otras posibilidades, o quizás, "poseen demasiada" y son incapaces de digerirla.
"Su obra se engloba dentro de las de artistas de la vanguardia feminista de los años 70 que dieron un giro a la imagen que hasta entonces se tenía de la mujer como ama de casa, sumida en un mundo gobernado por hombres.""La joven pasó su infancia a caballo entre Boulder, un pueblo del estado de Colorado, y Antella, una pequeña aldea italiana de la campiña toscana donde estuvo en contacto con reconocidos artistas de la alta sociedad de Florencia."No hay más que leer entre lineas ... mujer discriminada.!!!
Sublime Belleza.
Cada denuncia suma. Cada manifestación artística conciencia sensibilidades en favor de una lucha que seguimos perdiendo, nosotras, las mujeres, las madres, las esposas, las becarias, las profesionales. Comparto mi denuncia en forma de #CuentoRobado: ¿Quién teme al lobo feroz? Por desgracia tantas veces cuento de lo real: cuando tu jefe se transforma en lobo. http://relatosmudos.blogspot.com/2014/04/quien-teme-al-lobo-feroz.html
La decadencia de estas dos fotos es sublime, ¿cómo resistirse a su belleza? Y sin embargo, tanto dolor en esos cuerpos-objeto. La verdad, que sólo se atisba al borde de la locura...
La depresión es una cosa mu mala.
Interesantísimo post....persona compleja la de esta joven artista....difícil analizar las causas de esta complejidad tan rebelde por querer ser una misma y al mismo tiempo su propio contexto en el que "habita" con el que se enfrenta, al que "quiere darle la vuelta".a esto habrá que añadirle su especial personalidad psíquica....¿se acercará lo que expreso a la realidad?...muy difícil acertar...¿nos conocemos a nosotros mismos?.....Si, su rincón "dice mucho"....¿nos abre pistas?..no lo se...
Espero que traigan las fotos a Madrid!
"Si por algo es importante Woodman y el resto de fotógrafas feministas no es sólo por desterrar el discurso patriarcal en el arte —las mujeres dejan de ser el objeto representado y pasan a ser el ente creador y espectador—, sino por cuestionar la visión sesgada de la mujer en el mundo de la fotografía." Según esta definición, cualquier fotografía hecha por una mujer es automáticamente fotografía feminista. Pues no veo yo por ningún lado el feminismo en fotógrafas como Diana Arbus o Helen Levitt, por ejemplo.Por otra parte, desechar el "discurso patriarcal en el arte" y suicidarse por una conjunción del fracaso de su obra y una ruptura sentimental, es algo notoriamente contradictorio. Porque no me negará que el concepto de éxito y fracaso es intrínsecamente patriarcal, ¿verdad? En la utopía feminista, todos son ganadores, qué bonito, falalá... En cuanto a que sus fotos "descontextualizan el deseo y el erotismo sobre el cuerpo de las mujeres", pues llámame raro, pero fotografías como esta http://haphazardmusing.files.wordpress.com/2012/01/wood6.jpg o esta http://alvarodelarica.com/2012/04/francesca-woodman.html o esta http://germanvalva.blogspot.co.uk/2013/11/mea-culpa.html me provocan pequeños cosquilleos...Para acabar, si "lo natural es mostrar el cuerpo femenino tal y como es, sin ambages, sin retoques, sin maquillaje y sin depilar", el maestro indudable ha sido David Hamilton, bastante anterior a esta fotógrafa. Aunque dudo que nadie lo encuadre en esa confusa rama de la fotografía que te atreves a denominar "fotografía feminista"...
Hace 40 años el matrimonio entre personas del mismo sexo era considerado antinatural a nivel social. Al igual que el toreo es considerado hoy por muchos cultura o tradición. Por suerte la sociedad va cambiando poco a poco.
En California legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo el año pasado (2013). Afirmar que el matrimonio homosexual era un tema natural y superado en la California de hace 40 años es negar la lucha por los derechos del colectivo LGBT.
Se puede estar unido y no casado, pero Zzzzzzzzz ha hablado de matrimonio entre personas del mismo sexo. Luego PRISA tiene razón con lo de la comprensión lectora.
Creo que la sociedad francesa tiene cosas más interesantes que hacer que manifestarse en defensa de la etimología. Por desgracia, algunos nunca evolucionarán.
Para eso estamos, Jes, para enseñar divirtiendo. Según la etimología de la palabra "matrimonio" - defensa y protección de la madre, implicando la obligación del hombre hacia la madre de sus hijos -, la unión legal de dos hombres no puede llamarse "matrimonio" al no haber mujer/madre. Y, menos aún, pueden tener hijos de forma legal (en eso, mira, coinciden los franceses con nosotros)... Y en ese sentido va la oposición francesa al matrimonio homosexual en Francia, que reúne a miembros del Partido Comunista, del Frente de Izquierda, del Partido Socialista, del Frente Nacional... Es decir: Todo el espectro ideológico en el seno de una sociedad tolerante conla homosexualidad. Pueden unirse, vivir juntos, hacer lo que les plazca hacer, pero no llamarlo "matrimonio". Por mi parte, me da exactamente igual que lo llamen de una forma u otra. Y si quieren tener hijos, que los tengan. Y si quieren adoptarlos, que los adopten. Y si es con vientre de alquiler, pues igual. ¿Le piden a alguien carnet de padre o madre antes de tener hijos? ¿No? Pues eso...
Admirable la apología que se hace en esta obra sobre una postura o decision tan crítica en la vida.
«No veo por ningún lado el feminismo en fotógrafas como Diane Arbus o Helen Levitt»La fotografía de Diane Arbus retrata la otra cara de la realidad, personas que la sociedad de Nueva York había ocultado o marginado.Arbus retrata a travestis, personas con problemas mentales, con defectos físicos, etc. Pero su mirada no es sensacionalista ni burlona, tampoco busca exaltar la diferencia sino normalizarla. Arbus capta la cotidianidad de lo extraño, tiene en consideración a las personas que retrata y defiende el respeto a la diferencia. En otras palabras, la cámara les devuelve la dignidad que muestran.Diane Arbus erradica los estereotipos de la fotografía masculina que desea ver retratos felices de Gisele Bündchen y compañía. Arbus deconstruye lo artificial y muestra lo invisibilizado.No es de extrañar que Diane Arbus fuera retratada por Germaine Greer con el título de "Feminist in her hotel room".Helen Levitt, por su lado, fotografió la infancia, pero esos niños y niñas parecen adultos, juegan a ser mayores, a pesar que en muchos casos han sido expulsados de su espacio y juegan en la calzada. La mirada adulta de esa infancia es feminista, porque la fotografía tradicional sólo vería una escena lúdica e infantil. Cabe recordar que la masculinidad tradicional se ha construido a partir de la diferenciación y oposición de aquello que no se considera masculino: la feminidad, la homosexualidad y la infancia.Además, Helen Llevitt, fue una de las primeras mujeres en tener una exposición para ella sola, sin necesidad de compartirla con hombres, en el MoMA de Nueva York. Reivindicar una sala para ella sola en un mundo artístico liderado por hombres es, sin duda, muy feminista.
"Diane Arbus erradica los estereotipos de la fotografía masculina que desea ver retratos felices de Gisele Bündchen y compañía. Arbus deconstruye lo artificial y muestra lo invisibilizado". Aaaaahh... vaya... no me digas... entonces... déjame pensar.... si las fotografías de Diane Arbus son feministas... y se inspiraban en la película "Freaks".... ¿debemos deducir entonces que la película Freaks es una película feminista?... ¿La dirigió una mujer o alguien con aguda sensibilidad femenina?... ¿Es su director el paradigma del feminismo? Helen Levitt: "La mirada adulta de esa infancia es feminista, porque la fotografía tradicional sólo vería una escena lúdica e infantil". ¿Es distinta la mirada de los niños que retrata Levitt de la mirada de los niños que retrató antes que ella su maestro, Cartier-Bresson (¡un hombre!)? ¿Es Cartier-Bresson un fotógrafo feminista? ¿O es Cartier-Bressons paradigma de la fotografía "masculina"? ¿Qué narices es la fotografía "masculina"? Aaaah, es que expuso sola en el Moma... Eso la convierte en feminista por narices... ¿No será eso mérito de quien comisarió la exposición, en todo caso? Fue una mujer, descuida, colaboradora habitual de fotógrafos tan "masculinos" como Ansel Adams o Edward Weston (sus naturalezas muertas son indudablemente masculinas... pffff...). La pregunta es pues... ¿una mujer en un "mundo de hombres" es indiscutiblemente feminista? ¿Es entonces Margaret Tatcher - por poner un ejemplo - paradigma del feminismo?
El artículo es muy interesante es muy bonito.

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