Cartas al director

Las marchas por la dignidad de todos

Soy profesora de Lengua y Literatura en enseñanza pública. Creo en los derechos del Estado y defiendo con mi palabra, mi actitud y mi trabajo los fundamentos de la democracia. En mis aulas, además de los contenidos de mi materia, hago ver la razón de la educación que nos hace personas civilizadas. Entiendo las movilizaciones y las reivindicaciones en este periodo oscuro y mezquino y la necesidad del que ve que se está desmoronando lo que tanto costó levantar. Del que lo va perdiendo todo. Pero no comparto la violencia. Condeno la violencia. El fanatismo de la violencia que no razona y que nos ...

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Soy profesora de Lengua y Literatura en enseñanza pública. Creo en los derechos del Estado y defiendo con mi palabra, mi actitud y mi trabajo los fundamentos de la democracia. En mis aulas, además de los contenidos de mi materia, hago ver la razón de la educación que nos hace personas civilizadas. Entiendo las movilizaciones y las reivindicaciones en este periodo oscuro y mezquino y la necesidad del que ve que se está desmoronando lo que tanto costó levantar. Del que lo va perdiendo todo. Pero no comparto la violencia. Condeno la violencia. El fanatismo de la violencia que no razona y que nos vuelve a lo animal que hay en nosotros. Mi curso comenzó este año con el artículo de este periódico de José Lázaro, La violencia de los fanáticos,y vuelvo a él en mi clase de Lengua y Literatura de 2º de Bachillerato en Entrevías para que no se nos olvide. La dignidad no puede estar en esas agresiones horribles.

Mi solidaridad con los policías heridos y con los manifestantes. El lunes volveremos a nuestra carga: hace falta mucha educación para gobernar tanta pasión desenfocada y para que las marchas sean por la dignidad de todos.— Mónica Orduña Labra.

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