Un llamamiento por Siria

Leo en el periódico del pasado 5 de febrero dos textos relativos al horror de la guerra de Siria y a la ineficacia de la comunidad internacional y de las actuales conversaciones de Ginebra para resolverlo: un muy documentado artículo de la exministra Ana Palacio y una carta al director firmada por Patricio Simó, de Valencia.



Me identifico plenamente con las posiciones y reflexiones de ambos, y quiero ser una voz más —pequeña, probablemente ineficaz, pero sincera— en el concierto de quejas, gritos y protestas contra esta guerra que alcanza un gra...

Leo en el periódico del pasado 5 de febrero dos textos relativos al horror de la guerra de Siria y a la ineficacia de la comunidad internacional y de las actuales conversaciones de Ginebra para resolverlo: un muy documentado artículo de la exministra Ana Palacio y una carta al director firmada por Patricio Simó, de Valencia.

Me identifico plenamente con las posiciones y reflexiones de ambos, y quiero ser una voz más —pequeña, probablemente ineficaz, pero sincera— en el concierto de quejas, gritos y protestas contra esta guerra que alcanza un grado máximo e insoportable de deshumanización y crueldad.

Asimismo, trato de responder al llamamiento de Ana Palacio en su artículo, diciendo que no basta con lamentarse, sino que “debemos presionar a nuestros líderes para que actúen”. Si estas líneas sirvieran de mínima presión a alguien —lo que considero un deber moral— me sentiría yo también mínimamente satisfecho.— Santiago S. Torrado. Rivas Vaciamadrid, Madrid.