Cataluña y el artículo de Molinas
En el excelente artículo publicado por el economista César Molinas sobre el encaje catalán en España se echa en falta el análisis sobre la emigración, un fenómeno fundamental para entender la Cataluña del siglo XX y de esta que busca su lugar en el mundo. Cataluña ha sido una sociedad que ha integrado con notable éxito la emigración del resto de España en el medio siglo que va desde los años veinte hasta los setenta. Hasta tal punto ha funcionado esa fusión de sangres y costumbres que buena parte de los hijos y nietos de aquellos emigrantes (también muchos de ellos nacidos al sur del Ebro), ad...
En el excelente artículo publicado por el economista César Molinas sobre el encaje catalán en España se echa en falta el análisis sobre la emigración, un fenómeno fundamental para entender la Cataluña del siglo XX y de esta que busca su lugar en el mundo. Cataluña ha sido una sociedad que ha integrado con notable éxito la emigración del resto de España en el medio siglo que va desde los años veinte hasta los setenta. Hasta tal punto ha funcionado esa fusión de sangres y costumbres que buena parte de los hijos y nietos de aquellos emigrantes (también muchos de ellos nacidos al sur del Ebro), adoptaron con naturalidad ese imaginario menestral al que se refiere Molinas. Eso es compatible con una huella del sur, también natural, proteica y enriquecedora, que contribuyó a hacer de Cataluña un país mezclado, diverso y abierto. Virtudes que disgustan a las élites nacionalistas, que han emprendido un camino incierto para implantar su imaginario de una Cataluña homogénea y esencialista, alejado de la realidad y cercano a un totalitarismo identitario más próximo al siglo XIX que al XXI.— Félix Domínguez Martínez. Villaviciosa de Odón, Madrid.
Con mi escasa cultura, Dios me libre de pretender polemizar con un intelectual de la talla de César Molinas, pero con artículos como Lo que no se quiere oír sobre Cataluña, lo que hace es darles la razón a los independentistas catalanes.
Su teoría de que la ley está de parte del Estado español y la legitimidad la tiene Cataluña no se sostiene en los tiempos actuales. Puede que siglos atrás los catalanes fueran más cultos y con una idea distinta del concepto del trabajo, pero con los avances habidos en el resto de España y la mescolanza producida en Cataluña, yo creo que ya no existen grandes diferencias. En estos tiempos sería difícil distinguir quién es el parvenu.
Ahora entiendo por qué Artur Mas ha recibido al presidente de Lombardía.— Pedro Morante Gutiérrez. Elche, Alicante.
En el artículo de César Molinas Lo que no se quiere oír sobre Cataluña, se utilizan expresiones como que los catalanes son pata negra y que ya eran europeos mucho antes que el resto de los españoles. Supongo que la coincidencia de este artículo con la entrevista entre Artur Mas y el número dos de la Liga Norte italiana, partido con claros comportamientos xenófobos que defiende la superioridad racial y económica del norte sobre el sur en aquel país, es una simple y mera coincidencia.— Carlos Bravo Suárez. Graus, Huesca.