El voluntariado

Estos días muchas personas han visto reconocida su labor como voluntarias, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Voluntariado. Es de justicia, y necesario, reconocer la labor que hacen muchos ciudadanos “de una manera libre, y desinteresadamente, en beneficio de la justicia social” —como se recoge en la carta del voluntariado de FEVOCAM—. El voluntariado es una forma de participar —no la única— en la sociedad con el fin de transformarla y mejorarla, acercándonos a realidades donde las personas tienen vulnerados sus derechos. De ahí su importancia en este momento social que ...

Estos días muchas personas han visto reconocida su labor como voluntarias, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Voluntariado. Es de justicia, y necesario, reconocer la labor que hacen muchos ciudadanos “de una manera libre, y desinteresadamente, en beneficio de la justicia social” —como se recoge en la carta del voluntariado de FEVOCAM—. El voluntariado es una forma de participar —no la única— en la sociedad con el fin de transformarla y mejorarla, acercándonos a realidades donde las personas tienen vulnerados sus derechos. De ahí su importancia en este momento social que vivimos.

Pero para que el voluntariado mueva conciencias y transforme nuestro mundo es necesario huir de visiones parciales, utilitaristas e instrumentales, y que desde las propias entidades de acción voluntaria se favorezca la reflexión conjunta, el intercambio de conocimientos, de visiones de la realidad, de contagio. Hablar de voluntariado es, al margen de polémicas y crisis de valores, plantearse cómo ejercer la participación ciudadana para la mejora social y asumir retos sin perder su esencia solidaria, comprometida y crítica.— Laura García.