Cartas al director

La vida ‘online’

Como cualquier radiotelegrafista juré el secreto de las telecomunicaciones antes de empezar a navegar. Después, entre otras cosas, trabajé en las áreas de marketingy dirección de empresas de tecnología de la información y la comunicación (TIC).

En los ochenta con Fujitsu y, sobre todo, a finales de los noventa con Airtel estudiamos lo que entonces era futuro: “la vida online”. Nos pagaban para saber qué iba a pasar. Lo que estaba pasando era cosa del staff de administración y de los contables.

“Adivinamos” muchas cosas; pero otras muchas, no. No “vimos”...

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Como cualquier radiotelegrafista juré el secreto de las telecomunicaciones antes de empezar a navegar. Después, entre otras cosas, trabajé en las áreas de marketingy dirección de empresas de tecnología de la información y la comunicación (TIC).

En los ochenta con Fujitsu y, sobre todo, a finales de los noventa con Airtel estudiamos lo que entonces era futuro: “la vida online”. Nos pagaban para saber qué iba a pasar. Lo que estaba pasando era cosa del staff de administración y de los contables.

“Adivinamos” muchas cosas; pero otras muchas, no. No “vimos” el voyeurismo que las redes sociales han generado; ni el sórdido “enjuiciamiento” (la mayoría de las veces erróneo) que se hace, constantemente, y del que nadie escapa. Tampoco fuimos capaces de ver otra curiosa circunstancia: el miedo, generalizado, a que te puedan considerar un adicto, un “colgado de Internet”. (La adicción si la previmos).

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Los ejecutivos de las TIC de finales del siglo XX fuimos como los autores de ciencia ficción de la primera mitad del mismo siglo. Todos estos “vieron” coches volando, androides u ovejas eléctricas, pero ninguno fue capaz de imaginar Internet o los móviles. Nosotros vimos un mundo “lleno de ordenadores portátiles y teléfonos móviles”, pero no alcanzamos a vislumbrar que, cuando se popularizara “la vida online, todos los usuarios se convertirían en radiotelegrafistas, y sin haber jurado el secreto de las telecomunicaciones.— Diego Meca Solana.

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