Cartas al director

El incidente del Liceo

]Después del incidente que se produjo el pasado jueves día 30 de mayo en el Gran Teatro del Liceo en la representación del Elixir de amor,como persona cercana al Liceo me gustaría expresar el pesar de un gran sector del público asistente por los poco amables momentos vividos hace unos días con motivo de la presencia de los príncipes de Asturias.

El mensaje de esta carta es señalar mi agradecimiento a don Felipe y a doña Letizia. Me gustaría recordar aquel 31 de enero de 1994 en que el Liceo se convirtió en la “nada de las cenizas” y dejó de existir. Fue entonces cuando algunos ...

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]Después del incidente que se produjo el pasado jueves día 30 de mayo en el Gran Teatro del Liceo en la representación del Elixir de amor,como persona cercana al Liceo me gustaría expresar el pesar de un gran sector del público asistente por los poco amables momentos vividos hace unos días con motivo de la presencia de los príncipes de Asturias.

El mensaje de esta carta es señalar mi agradecimiento a don Felipe y a doña Letizia. Me gustaría recordar aquel 31 de enero de 1994 en que el Liceo se convirtió en la “nada de las cenizas” y dejó de existir. Fue entonces cuando algunos representantes de la sociedad catalana pedimos ayuda a la Corona y la reina Sofía inmediatamente decidió apoyar, con un papel fundamental durante los cinco años de su reconstrucción, el proyecto junto al maestro Riccardo Muti.

Es bueno hablar del futuro, pero el pasado nos ayuda a construirlo y hoy en medio de tantos recortes, desavenencias y desánimos que todos vivimos se ha pedido, una vez más, desde las instituciones públicas y privadas, que la Corona, a través de los príncipes de Asturias, viniera al Gran Teatro del Liceo a defender la cultura de la música. Y así lo ha hecho, con ilusión y generosidad.

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El mensaje de esta carta es solo una gota de agua y el océano es muy grande, pero a veces esta primera gota es importante para empezar a rehacer un nuevo ánimo y recuperar lo que fue el Liceo hace algo más de un siglo cuando éramos un referente en toda Europa.— Adela Subirana Cantarell.

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