Cartas al director

Retirarse a tiempo

Uno de los efectos positivos que contiene el buen ejemplo es que, ante situaciones parejas o semejantes, se nos brinda la posibilidad de imitación, ayudándonos a resolver casos, si no idénticos, al menos, aproximados o que admiten cierta analogía. De este modo, el buen ejemplo nos ofrece un camino y una luz para acertar en nuestras decisiones.

Es lo que sucede con el caso tan reciente del magnífico papa Benedicto XVI que hemos tenido la suerte de gozar en la Iglesia durante unos pocos años. Percibiendo el Papa que carecía de fuerzas para ejercer el pontificado según las exigencias actua...

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Uno de los efectos positivos que contiene el buen ejemplo es que, ante situaciones parejas o semejantes, se nos brinda la posibilidad de imitación, ayudándonos a resolver casos, si no idénticos, al menos, aproximados o que admiten cierta analogía. De este modo, el buen ejemplo nos ofrece un camino y una luz para acertar en nuestras decisiones.

Es lo que sucede con el caso tan reciente del magnífico papa Benedicto XVI que hemos tenido la suerte de gozar en la Iglesia durante unos pocos años. Percibiendo el Papa que carecía de fuerzas para ejercer el pontificado según las exigencias actuales y que sus carencias podían perjudicar a la Iglesia, tomó la valiente decisión de renunciar. Y tan valiente decisión constituye un buen ejemplo de lo que cabe hacer, no ya cuando carecemos de fuerzas para hacer y desempeñar nuestro cargo, sino cuando percibimos que podemos perjudicar gravemente a la institución que regentamos, por causa de nuestro mal hacer. En este caso, la obstinada permanencia al frente de la institución solo conduciría a empeorar aún más las cosas para quien le toque heredarnos o sustituirnos. Cuántos problemas se evitarían si imitásemos el buen ejemplo que nos dan aquellos que saben retirarse a tiempo.— Miguel Ángel Loma Pérez.

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