Es una tarea de todos
Afortunadamente, a lo largo del año 2012 de nuevo se ha rebajado la cifra de accidentes de tráfico. Pero la muerte de personas no es una estadística y sí un drama para los fallecidos y sus familias. Los 1.304 ciudadanos que han muerto en la carretera siguen siendo siempre demasiados. 1.304 vidas rotas y miles de familiares destrozados.
Hay que continuar con la política de prevención; y también de sanción. No puede existir permisividad frente a aquellos irresponsables que conducen bajo los efectos del alcohol y de otras drogas, poniendo en peligro su vida y la de quienes circulan a su al...
Afortunadamente, a lo largo del año 2012 de nuevo se ha rebajado la cifra de accidentes de tráfico. Pero la muerte de personas no es una estadística y sí un drama para los fallecidos y sus familias. Los 1.304 ciudadanos que han muerto en la carretera siguen siendo siempre demasiados. 1.304 vidas rotas y miles de familiares destrozados.
Hay que continuar con la política de prevención; y también de sanción. No puede existir permisividad frente a aquellos irresponsables que conducen bajo los efectos del alcohol y de otras drogas, poniendo en peligro su vida y la de quienes circulan a su alrededor. No puede ser que haya intolerantes al volante que no controlan ni la velocidad ni las maniobras cuasi suicidas que muchas veces realizan. Y tampoco puede ser que un 22% de conductores fallecidos no usara el cinturón de seguridad.
Es hora de seguir logrando entre todos, ciudadanos y autoridades, que la lacra de muertes en la carretera llegue a ser mínima, y con el deseo utópico del nuevo año de que fuese totalmente nula.
Carreteras más seguras para el 2013, por favor. Tarea de todos y cada uno.— David García.