Cartas al director

Nuestros derechos

El pasado mes de enero nos planteamos los cuatro miembros de la unidad familiar visitar Venecia desde Madrid, para lo cual contratamos con la compañía EasyJet, a través de Edreams, un viaje de ida y vuelta a realizar el 25 de mayo.

Horas antes de la salida recibimos un email de EasyJet donde se nos comunicaba la cancelación del mismo, por motivos de “reorganización interna de los servicios”. Además de la gentileza y celeridad mostrada al permitir mentalizarnos emocionalmente del fiasco de la ausencia del vuelo con suficiente antelación, debemos agradecer que se dirigieran a nos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El pasado mes de enero nos planteamos los cuatro miembros de la unidad familiar visitar Venecia desde Madrid, para lo cual contratamos con la compañía EasyJet, a través de Edreams, un viaje de ida y vuelta a realizar el 25 de mayo.

Horas antes de la salida recibimos un email de EasyJet donde se nos comunicaba la cancelación del mismo, por motivos de “reorganización interna de los servicios”. Además de la gentileza y celeridad mostrada al permitir mentalizarnos emocionalmente del fiasco de la ausencia del vuelo con suficiente antelación, debemos agradecer que se dirigieran a nosotros en un perfecto inglés, idioma que, como es bien conocido, dominamos la mayoría de los españoles.

Al perjuicio personal causado se suma el económico: reserva de apartamento perdida, así como los gastos de gestión del vuelo, que una vez reclamados nos han sido denegados. En este último caso, la compañía Edreams nos compensa con “un bono descuento de 7 euros a utilizar en la próxima compra que efectuemos con ellos”. Qué detalle.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Todas estas circunstancias, que esta vez nos ha tocado sufrir a nosotros, muestran el marco de relaciones contractuales que debemos aceptar (en letra pequeña, que nos imposibilita la reclamación posterior) si deseamos viajar con este tipo de compañías, siempre ajenas a los más elementales derechos de los consumidores.— José Miguel Santos Preciado. Getafe, Madrid.

Archivado En