Vivir de la política
Gobernar y organizar una sociedad no es tarea fácil. La política requiere habilidad para tratar asuntos que importan a la gente. La política entre idiotas es difícil; entre autistas, imposible. Delegamos la gestión de nuestra tierra, vivienda, trabajo o educación en gobiernos y personajes incompetentes: nacionalistas de ficción, demócratas de mentira o pacifistas armados hasta los dientes.
En este país la política no existe. Entre fanáticos, estadistas y vividores llevamos... ¿cuánto tiempo?
Exhibiendo sus ideas, planes y utopías; sus programas, fantasías y temores. A menudo, se ...
Gobernar y organizar una sociedad no es tarea fácil. La política requiere habilidad para tratar asuntos que importan a la gente. La política entre idiotas es difícil; entre autistas, imposible. Delegamos la gestión de nuestra tierra, vivienda, trabajo o educación en gobiernos y personajes incompetentes: nacionalistas de ficción, demócratas de mentira o pacifistas armados hasta los dientes.
En este país la política no existe. Entre fanáticos, estadistas y vividores llevamos... ¿cuánto tiempo?
Exhibiendo sus ideas, planes y utopías; sus programas, fantasías y temores. A menudo, se insultan y a veces hasta se reúnen, pero todavía no saben ni a qué sujeto se refieren. Ese que una vez consultado decidirá su futuro libremente: Euskal Herria, Navarra, Euskadi, Iparralde... No hay entendimiento ni capacidad para llegar a un punto de encuentro.
No se hablan, no se escuchan, no se reconocen... La política no existe, pero si existiera ¿de qué viviría esta gente?— Mairu Etxekolanda Irigoien.