Cartas al director

Capricho o necesidad

El nuevo Gobierno ha dispuesto como nueva medida un cambio en la ley de educación. A fin de cuentas, un nuevo reto para los estudiantes y profesores. En España tenemos la costumbre —no sé si buena o mala— de que cuando un nuevo poder político llega al Gobierno se ensaña con el sistema educativo y lo modifica a su antojo. Pero, ¿por qué? ¿es una simple estrategia para dejar por los suelos a la legislación anterior y así considerar maravillosas las nuevas medidas? ¿De verdad las nuevas reformas educativas son positivas o son simples armas arrojadizas entre las fuerzas políticas? Lo que está clar...

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El nuevo Gobierno ha dispuesto como nueva medida un cambio en la ley de educación. A fin de cuentas, un nuevo reto para los estudiantes y profesores. En España tenemos la costumbre —no sé si buena o mala— de que cuando un nuevo poder político llega al Gobierno se ensaña con el sistema educativo y lo modifica a su antojo. Pero, ¿por qué? ¿es una simple estrategia para dejar por los suelos a la legislación anterior y así considerar maravillosas las nuevas medidas? ¿De verdad las nuevas reformas educativas son positivas o son simples armas arrojadizas entre las fuerzas políticas? Lo que está claro es que esta situación se va a repetir hasta que Gobierno y oposición consigan ponerse de acuerdo en el establecimiento de un único sistema educativo. Que alguien me avise cuando esto ocurra, porque igual tengo 24 años y aún estoy haciendo bachillerato.— Mónica Almárcegui Antón.

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