Ellas son la voz de los partidos
Soraya frente a Soraya. La anécdota del reinicio del periodo de sesiones en el Congreso ha sido el duelo entre dos mujeres del mismo nombre. Y además ambas de Valladolid. Pero no será puntual: cada miércoles, en la sesión de control al Gobierno, se repetirá el enfrentamiento dialéctico entre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y Soraya Rodríguez, nueva portavoz del PSOE. Fuera del Congreso, estos dos partidos tienen también de ...
Soraya frente a Soraya. La anécdota del reinicio del periodo de sesiones en el Congreso ha sido el duelo entre dos mujeres del mismo nombre. Y además ambas de Valladolid. Pero no será puntual: cada miércoles, en la sesión de control al Gobierno, se repetirá el enfrentamiento dialéctico entre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y Soraya Rodríguez, nueva portavoz del PSOE. Fuera del Congreso, estos dos partidos tienen también de número dos a dos mujeres, que son las que le ponen voz: la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y la vicesecretaria del PSOE, Elena Valenciano. Y fueron también mujeres las jefas de la pasada campaña electoral: la propia Valenciano y Ana Mato.
La paradoja es que en el Congreso se insiste en esta legislatura con el mismo esquema que en la anterior, pero con los puestos intercambiados. María Teresa Fernández de la Vega fue la primera vicepresidenta de un Gobierno en la historia de España y la primera mujer que dirigió el Consejo de Ministros. Frente a ella, el PP situó a una casi desconocida parlamentaria, Sáenz de Santamaría, que procedía del círculo próximo al ahora presidente Mariano Rajoy.
Allí, con su oratoria incisiva se convirtió en el martillo percutor de la oposición contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Sus intervenciones cada miércoles en el Congreso mostraron al gran público las cualidades de esta abogada del Estado, que se especializó en prepararle los papeles al jefe. Es una mujer muy preparada, eficaz, discreta, leal y dotada del tesón y la laboriosidad requeridas para un puesto muy disputado y nada fácil.
El cambio de Gobierno tras el 20-N ha permitido que hoy ella sea la nueva vicepresidenta –aunque con mucho más poder que su antecesora en el cargo por la acumulación de responsabilidades- y que el PSOE haya optado por el mismo modelo para hacerle oposición: ha puesto al frente del grupo parlamentario a una mujer.
Rodríguez es una veterana socialista, pero todavía desconocida para una gran mayoría, pese a que formó parte del último Gobierno de Zapatero, como secretaria de Estado de Cooperación. Pertenece al partido desde los 16 años, tiene una gran experiencia en el trabajo a pie de calle, desde las asociaciones vecinales a sus viajes por el Tercer Mundo en su anterior ocupación, y está muy vinculada al círculo próximo al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ha sido eurodiputada y diputada por Valladolid desde 2004. Quienes la conocen afirman que tiene una gran capacidad de aprendizaje, que no se pone nerviosa en los momentos críticos y que es una buena oradora, cualidad que demostró en su primera intervención en el Congreso al no arredrarse ante su veterana rival y, sobre todo, al no leer en ningún momento su discurso.
En su primer duelo, no hubo clara vencedora, dada la fuerza que las dos demostraron en sus intervenciones. Pero es evidente que estos cara a cara van a marcar buena parte de la agenda política en los próximos meses. Y, si no, ya se encargarán de hacerlo las dos jefas del partido: Valenciano y Cospedal.
Foto: Soraya Rodríguez y Soraya Sáenz de Santamaría, en el primer su duelo en el Congreso. / EFE