¿Hasta dónde llega el problema de las pensiones?
Las pensiones, o mejor dicho, el futuro de las pensiones, se ha convertido en un asunto que genera enormes dudas. No sólo para los expertos económicos, sino también para buena parte de la sociedad española, cercana o no a la edad de jubilación. Veamos si esta deriva tiene techo
Los presupuestos presentados por el gobierno de España para el año 2023 son un claro reflejo de una inquietud que no es exclusiva de ningún partido en el gobierno: el gasto en pensiones se elevará hasta aproximadamente los 190.000 millones de euros. Esto supone que tan solo esa partida se incrementará durante el próximo ejercicio en cerca de 20.000 millones de euros.
Y, aunque la elevada inflación que padece España y la correspondiente actualización de las pensiones ha tenido mucho que ver con esta evolución, la tendencia de fondo revela un problema estructural que tiene que ver con la pirámide de población. Algo que inquieta a la humanidad desde tiempos del economista Thomas Robert Malthus, en los albores del siglo XIX.
Un origen demográfico
España es un país cada vez más envejecido y ello implica que la factura de las pensiones no deja de aumentar. Mientras en el año 1960 el porcentaje de personas con más de 65 años representaba el 8,2% sobre el total de la población en España, en el año 2020 ha alcanzado el 22,9% de la censo. Pero no se trata de algo exclusivo de nuestro país. En la Unión Europea (UE), la cuota de ciudadanos de 80 años o más, era de casi el 6% en 2020, mientras que en 2001 apenas superaba el 3,4%, lo que significa que se ha duplicado prácticamente en menos de dos décadas. Por otro lado, la proporción de jóvenes (de 0 a 19 años) en la UE era del 20% en 2020, lo que supone un descenso de 3 puntos porcentuales respecto al 23% de 2001.
Un vistazo a lo ocurrido durante la última década puede ser revelador. En los 10 años comprendidos entre 2013 y 2023 los ingresos por cotizaciones sociales se han incrementado en unos 46.000 millones de euros, pasando de una recaudación de 105.863 millones de euros a los 152.075 millones de euros presupuestados para el próximo año.
El problema es que, al mismo tiempo, el gasto en pensiones contributivas y clases pasivas se ha incrementado en 68.799 millones de euros. Es decir, en apenas 10 años, y pese a unos niveles récord de empleo, el déficit del sistema se ha incrementado en 22.767 millones de euros anuales. Y eso, sin tener en cuenta dos elementos clave: a) las pensiones no contributivas; y b) el hecho de que aún no estemos experimentando la jubilación de la conocida como generación del baby boom. Se alinean bajo ese anglicismo las personas nacidas 1957 y 1977. Según los datos de la Seguridad Social, en España hay 7,7 millones de trabajadores con edades comprendidas entre los 45 y los 59 años.
Es decir, el gran problema de la Seguridad Social aún no ha llegado y los números reflejan ya tanto un déficit estructural cada vez mayor, como un nivel de gasto perfectamente equiparable al de países como Francia o Italia. Concretamente, el gasto en pensiones supondrá en 2023 casi el 14,5% del PIB.
Ahora bien, ¿hasta dónde puede llegar el problema de las pensiones? ¿Cómo se está abordando esta problemática en otros países y qué podemos aprender de ello? ¿Cómo podemos cubrirnos ante cualquier riesgo que este sistema nos pueda deparar?
En el último vídeo de Si lo hubiera sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos, respondemos a todas estas preguntas.