Ir al contenido

Radares que miden hasta tu respiración

A4Radar cumple cinco años abriéndose a sectores como la automoción o la biomedicina

Tras estudiar en la Universidad Politécnica de Valencia, el murciano Francisco Salmerón comenzó su carrera profesional en Indra. Trabajó primero con los radares de aeropuerto y, más tarde, con los de tráfico. Veía cómo con el paso de los años estos dispositivos se iban haciendo más pequeños y económicos, multiplicando así sus posibilidades. Él tenía claras nuevas aplicaciones, pero la industria no tanto. Hasta que el sector de la automoción empezó a utilizarlos para el control de colisión en vehículos. “Nació entonces un ecosistema que se fue asentando. Vi que era el momento de poner en marcha todo lo que creía que se podía hacer”, cuenta Salmerón (45 años), que fundó en 2020 su empresa. Desde entonces, A4Radar ha ido haciéndose hueco en el mercado hasta facturar 1,5 millones en lo que va de año, cinco veces más que en 2024.

El emprendedor no empezó solo. Había convencido a viejos compañeros de profesión e incluso a un profesor que le dio clase en la universidad. Víctor Pelegrín, Héctor Donat y Narcís Cardona se sumaron al proyecto desde el inicio como socios, y el primer trabajo que desarrollaron en equipo fue una aplicación de detección de señales vitales. El radar es capaz de analizar, sin contacto, si tiene delante a una persona y, a partir de ahí, conocer su respiración, pulso o cualquier otro leve movimiento corporal. El desarrollo interesó a grandes del sector automovilístico. Comenzaron a trabajar con el Puerto de Valencia en proyectos para ubicar barcos con alta precisión y con el Aeropuerto de Múnich (Alemania) para hacer lo propio con los aviones. La compañía diseña sus propios equipos —que se fabrican en Valencia y son capaces de realizar miles de medidas por segundo— y los algoritmos que van integrados, además de desarrollar el software para su manejo.

“El mercado todavía no conoce demasiado esta tecnología. Pero cada vez que hacemos una presentación en algún evento se nos acerca alguna empresa con problemas específicos en los que podemos ayudar. Hay muchas posibilidades”, subraya Salmerón, que destaca las ventajas competitivas frente a los sensores. La primera, la fiabilidad de las métricas, que permiten localizar con alta precisión, prevenir fallos o alargar la vida útil de los activos con dispositivos que, además, no son invasivos (no necesitan estar dentro de la maquinaria para realizar sus mediciones). Y, la segunda, que carece de cámara, algo que puede parecer una debilidad pero que se convierte en fortaleza: la privacidad. “Podemos poner el radar dentro de un probador, un baño público o un coche. Los datos que ofrece te permiten saber qué está pasando, si hay gente dentro o no, pero sin imagen y sin que te graben. Y eso es cada vez más importante”, señala Salmerón.

A4Radar ha crecido en el sector industrial, pero también en el de las ciudades inteligentes, la movilidad o la biomedicina. Poco a poco han ido desarrollando soluciones para dar seguridad a los técnicos de los ascensores Orona o a los que ofrecen respuesta a clientes de la compañía vasca Eralki, especializada en maquinaria vibrante, para que aumenten la eficiencia de sus procesos. También trabajan ya en el sector del agua en el Reino Unido y Es­tados Unidos de la mano de grandes empresas que tienen a esta start-up murciana entre sus servicios. “Somos como su departamento de desarrollo de radares”, explica Salmerón. “De momento, no vamos a sacar productos al mercado, sino que trabajamos asociados a otras compañías”, añade quien también celebra que hasta el momento no hayan necesitado rondas de inversión para sacar adelante la empresa.

Con ocho personas en plantilla, A4Radar fue una de las tres empresas españolas presentes en la final del South Summit Korea celebrado a principios de octubre.

Sobre la firma

Más información

Archivado En