La empresa que quiere facilitar las transacciones sin impuestos
Stamp, que tramita la gestión del IVA de las operaciones que están exentas de este tributo, facturará 1,2 millones
En una comida de negocios, una alta ejecutiva del sector del lujo le dijo a Abel Navajas, por aquel entonces empleado de una compañía grande de reembolso de impuestos (tax refund), que trabajaban con ellos porque eran “los menos malos”. En el camino de vuelta a casa no dejó de pensar en aquellas palabras y empezó a darle vueltas a cómo mejorar los servicios existentes para gestionar el IVA de las transacciones exentas. Primero creó una aplicación móvil para gestionar las devoluciones, pero se dio cuenta de que no era eficiente ni acababa de solucionar los problemas que había identificado, y la vendió. Con todo este bagaje y experiencia en el sector, en 2023 fundó Stamp, una solución tecnológica que permite la exención del impuesto en el mismo momento de la compra: “La propuesta de valor no estaba en el tax refund, sino en el tax free”, cuenta Navajas por teléfono.
A diferencia de los principales actores del sector, que devuelven el gravamen —menos los gastos de gestión—, Stamp lo descuenta en el momento de pagar. Los establecimientos asociados pueden ofrecer esta posibilidad a los clientes que se hayan dado de alta en la plataforma, para lo que deben aportar cierta información y asociar un método de pago válido. “Somos un producto para las tiendas, pero un producto que consumen los consumidores finales, que son los que viven la experiencia”, cuenta el fundador. Además del ahorro directo, su propuesta, dice Navajas, permite agilizar el resto del proceso al suprimir papeleos y esperas posteriores.
Aunque es una compañía española, Stamp desembarcó primero en Italia, su principal mercado actualmente. Luego llegó a España, y a principios de 2026 comenzará a operar también en Portugal. El equipo, formado por 31 personas, se divide entre Madrid, Valencia y Milán. En su modelo de negocio, las tiendas pagan por el uso de la plataforma y los compradores abonan una comisión, según la compañía, bastante inferior a las de los operadores mayoritarios. “Por cada transacción de riesgo que aseguramos, cobramos un fee al consumidor, porque le estamos prestando dinero”, dice el fundador. Si el turista no valida la exención al abandonar el país, apunta, cuentan con un proceso para, en última instancia, resolver el impago con las empresas de servicios financieros detrás de las tarjetas, como Visa o Mastercard, utilizadas en el registro. “Hasta la fecha hemos gestionado, aproximadamente, cerca de 20 millones de euros de IVA. El año pasado tuvimos 25.000 euros que no pudimos recuperar, de fraude, y este año vamos por 12.000. Y lo hemos reducido sustancialmente porque también con el tiempo estamos aprendiendo”.
En 2024, Stamp facturó alrededor de 422.000 euros, y este año prevén alcanzar 1,2 millones. “Lo vamos a cumplir”, sentencia este extremeño de nacimiento, que en sus 42 años ha vivido en diferentes ciudades de España y en países como Alemania, Suiza o Estados Unidos. La empresa, que espera alcanzar la rentabilidad en Italia este 2025, ha accedido estos años a diferentes fuentes de financiación externa, como un préstamo CDTI o una primera ronda de cerca de dos millones que han cerrado este año. “Queremos liderar primero el sur de Europa, porque el potencial es enorme”, dice sobre la proyección de la compañía. Pero no se limitan: también han puesto sus ojos en Alemania, donde esperan aterrizar a finales del próximo ejercicio.