Las empresas españolas cotizadas ganan 32.099 millones en seis meses
Los beneficios mejoran un 15,42% gracias al empuje de los resultados de los bancos y las energéticas
Con los resultados empresariales ha pasado lo mismo que con la evolución de la economía: las previsiones pesimistas se pasaron de frenada. Los muertos de los que se hablaba gozan, de momento, de buena salud. A finales del año pasado, se temía una brusca desaceleración tanto de la actividad económica como de los beneficios corporativos. Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta. En lo que se refiere a los datos macro, España crece a un ritmo interanual del 2,9%, y si nos ceñimos a las ganancias de las compañías, ...
Con los resultados empresariales ha pasado lo mismo que con la evolución de la economía: las previsiones pesimistas se pasaron de frenada. Los muertos de los que se hablaba gozan, de momento, de buena salud. A finales del año pasado, se temía una brusca desaceleración tanto de la actividad económica como de los beneficios corporativos. Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta. En lo que se refiere a los datos macro, España crece a un ritmo interanual del 2,9%, y si nos ceñimos a las ganancias de las compañías, estas siguen mostrando una gran resiliencia.
En concreto, entre enero y junio de 2024 los grupos españoles cotizados en Bolsa ganaron 32.099 millones de euros, cifra que representa una subida del 15,42% con respecto al mismo periodo del año anterior. La fortaleza de las cuentas ha sido generalizada. En el caso de las compañías de mayor tamaño, aquellas que están incluidas en el Ibex 35, el resultado atribuido agregado mejoró un 13,05%, situándose en 29.516 millones. En el caso de las sociedades de tamaño medio y pequeño, la suma de las ganancias en el semestre fue de 2.582 millones, con un incremento del 52% respecto a 2023.
Las compañías cotizadas tienen de plazo hasta el próximo mes de septiembre para enviar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las cuentas del primer semestre. Sin embargo, la gran mayoría quiere irse de vacaciones con los deberes hechos y ya las presentó durante el mes de julio. De los datos recopilados por EL PAÍS llama la atención el hecho de que, mientras los beneficios siguen mostrando solidez, no ocurre lo mismo con las ventas, que dan síntomas de cierto agotamiento. Este es un factor a seguir de cerca ya que los ingresos son el corazón que bombea la sangre a las compañías para que puedan continuar con su expansión.
En concreto, la cifra de negocio del conjunto de las 85 empresas que ya han publicado sus datos semestrales se sitúa en 355.126 millones de euros, cantidad que representa un aumento de solo del 4,64% con respecto a las ventas del primer semestre de un año antes. Si el análisis de los ingresos lo limitamos al Ibex 35, estos fueron de 313.018 millones de euros, un 4,68% más. En el caso del resto de compañías del mercado continuo, el semestre cerró con 42.108 millones de facturación, apenas un 4,33% más.
Divergencia geográfica
Muchas de las empresas españolas con presencia en Bolsa son multinacionales. En el periodo que se analiza, las divisiones internacionales han sostenido las cuentas frente a unos negocios domésticos con un comportamiento más plano. En el caso del Ibex 35 —sin contar a Inditex, Puig y Solaria, que aún no han rendido cuentas semestrales—, los ingresos generados fuera llegaron a 180.683 millones de euros, con un crecimiento del 8,89%. Por su parte, la facturación en España mejoró solo un 4,24%, hasta los 95.719 millones. Esta divergencia en el ritmo de crecimiento por áreas geográficas acelera el dominio de las filiales foráneas que ya suponen el 65.4% de las ventas del índice selectivo, mientras que la aportación de la actividad doméstica se queda en el 34,6% del total. En el Ibex 35 ya hay 11 empresas cuyos ingresos exteriores pesan el 70% del total o más, destacando casos como los de Amadeus (con el 96,15%), Grifols (94,13%), ACS (90,6%), IAG (84,73%) y Banco Santander (82,74%).
¿Cómo es posible que con esta atonía de las ventas el beneficio crezca a tasas muy superiores? La respuesta hay que buscarla en dos factores: por un lado, la contención de los costes; por otro, el impacto favorable de determinados resultados extraordinarios. Muchas compañías tienen un elevado apalancamiento operativo, es decir, su estructura de costes fijos hace que, con pequeños aumentos de ventas, aumenten enormemente sus márgenes debido a que sus costes no crecen al mismo ritmo. En el caso del Ibex 35, el resultado de explotación conjunto fue de 48.269 millones de euros, cantidad que supone un aumento del 18% con respecto a la cifra obtenida entre enero y junio de 2023.
Desde un punto de vista sectorial, los grandes motores de los resultados empresariales en el semestre han sido claramente energía y banca. Se trata de dos sectores a los que les ha acompañado la polémica en los últimos años y que, a pesar de sufrir impuestos extraordinarios, ven cómo sus ganancias siguen por las nubes.
En el caso concreto de la banca, la actividad continúa gozando de viento de cola debido a la diferencia entre la rentabilidad que ofrecen las entidades por captar dinero y la que piden para prestarlo. Es verdad que la era del dinero caro, un mundo ideal para los bancos, parece que ha llegado a su fin, pero la rebaja de los tipos de interés está siendo, de momento, mucho más lenta y escalonada de lo que se podría pensar —el Banco Central Europeo tan solo ha ejecutado una bajada de los tipos este año— porque la inflación sigue sin dominarse por completo. Eso permite a los banqueros estirar el círculo virtuoso del margen de intereses, lo que se traduce en un beneficio conjunto de las entidades financieras cotizadas de 15.287 millones de euros en el semestre, un 23,42% más.
El impacto en los beneficios de la Bolsa es tal que las dos firmas cotizadas que más beneficios se apuntaron en el periodo fueron bancos. El Banco Santander registró un resultado neto de 6.058 millones de euros, un 15,6% más. “Estos resultados demuestran que crecemos de forma sostenible y rentable gracias a nuestra escala, diversificación y a la ejecución de la transformación”, destacó durante la presentación de las cuentas la presidenta, Ana Botín.
El semestre también fue espectacular para el BBVA. La entidad, en plena opa para hacerse con el control del Banco Sabadell, mejoró su beneficio un 28,7%, situándolo en 4.994 millones de euros. “Ha sido un trimestre [el segundo de 2024] excepcional. Hemos logrado métricas que eran impensables hace algunos años”, destacó el consejero delegado de la firma, Onur Genç. El banquero, además, destacó la aportación que puede ofrecer el Sabadell en el caso de que la oferta de compra llegue a buen puerto: “Confiamos plenamente en el éxito de la unión con Banco Sabadell, que dará lugar a una entidad más fuerte y rentable, y con mayor capacidad para acompañar a familias y empresas en sus proyectos de futuro”.
Precisamente, el Sabadell, cuyo consejo se opone a la opa, aprovechó la rendición de cuentas semestrales para hacer un ejercicio de fortaleza con un beneficio de 791 millones, un 40% más que en 2023. “Mirando hacia delante, estamos convencidos de que tenemos un futuro brillante, con una mayor creación de valor a medida que continuamos ejecutando nuestra estrategia de manera independiente”, destacó el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, en un mensaje directo para el BBVA.
Impacto de los extraordinarios
En el caso del sector energético, destacan las cuentas de Iberdrola. La eléctrica comunicó al mercado un beneficio semestral de 4.133 millones de euros, con un aumento interanual del 64%, gracias a la venta de activos en México (especialmente, sus ciclos combinados). Además, la evolución del beneficio vino impulsada por un aumento de la base de activos de redes y por los nuevos marcos tarifarios en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. También registró un récord de producción renovable y un crecimiento recurrente de la producción hidráulica. “Las expectativas para el resto del año continúan mejorando y, de hecho, pensamos que el resultado aumentará sobre el resultado del año pasado en dos dígitos, excluyendo el impacto de los resultados extraordinarios”, destacó Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
También fueron sólidas las cifras que presentó Repsol. La petrolera obtuvo un beneficio semestral de 1.626 millones de euros, un 14,5% más, pese a los menores márgenes obtenidos por su negocio de refino y la caída en el precio del gas. Preguntado durante la presentación de las cuentas por el impuesto extraordinario sobre los beneficios de las energéticas, puesto en marcha por el Gobierno español en 2022, el primer ejecutivo de Repsol, Josu Jon Imaz, se mostró confiando en que termine “en los próximos meses”. “Hay razones para pensar en que es cosa del pasado. La Comisión Europea ya ha dicho que no es momento de este tipo de tasas, sino de asegurar el suministro y las inversiones”, añadió.
La cruz en el sector energético fue Enagás. La responsable del sistema gasista en España sufrió pérdidas por valor de 257 millones —frente a unos beneficios de 176 millones en el primer semestre de 2023— tras contabilizar las minusvalías de la venta de su participación en Tallgrass Energy.
Junto con banca y energía, el otro sector protagonista de la campaña de resultados ha sido el turístico. Las previsiones apuntan a otro año récord de llegada de viajeros a España y eso se nota en la industria turística, la que más aporta al PIB nacional. IAG, grupo propietario de aerolíneas como Iberia y British Airways, se apuntó un beneficio neto de 906 millones de euros. En el caso de la central de reservas Amadeus, las ganancias escalaron un 15%, situándose en 648 millones. También fueron sólidas las cifras de Aena: el gestor de los aeropuertos registró unas ganancias de 808 millones de euros, un 33% más.
En el caso de los grupos hoteleros cotizados, Minor —grupo tailandés propietario de NH Hoteles— ganó 70,9 millones entre enero y junio, un 57% más. Más modestas fueron las cifras obtenidas por Meliá, que se anotó un resultado neto de 43,7 millones, solo un 2,9% por encima del logrado un año antes.
Los consejeros ganan un 4,4% más
Se le atribuye a Benjamín Franklin la frase de que “en el mundo no hay nada cierto, salvo la muerte y los impuestos”. Quizá, si el científico y político estadounidense reformulara ahora la sentencia, añadiría un tercer elemento incuestionable: la subida año a año de los sueldos de los consejos de administración.
Y es que en las plantas nobles de las empresas siempre es fiesta. Caigan o aumenten los beneficios, lo que es casi seguro es una revisión salarial al alza de los administradores. Y en el primer semestre de 2024 esa norma no se iba a romper. En concreto, entre enero y junio las retribuciones agregadas de los consejos de administración del Ibex 35 sumaron 139,82 millones de euros. Se trata de un incremento interanual del 4,4%.
El mayor aumento retributivo entre los grupos del índice selectivo se produce en uno que está bajo la lupa de inversores y supervisores: Grifols. El consejo del fabricante de hemoderivados cobró de manera agregada 11,15 millones de euros, un 47% más que un año antes. También fue significativo el incremento salarial en el BBVA. Los administraciores del banco, que está en plena operación de compra del Banco Sabadell, recibieron en total 9,54 millones en seis meses, un 25% más. En el lado opuesto, el mayor recorte en las nóminas de los consejos se produjo en Indra. El consejo del grupo tecnológico y de defensa ha pasado de ganar 6,52 millones en 2023 (debido al cobro de indemnizaciones) a percibir 2,19 millones, un 66% menos. Los consejos con las masas salariales más altas en el periodo fueron los de Iberdrola (18,3 millones) y ACS (11,03 millones).
Si la tendencia salarial en los consejos ha sido claramente al alza, no se puede decir lo mismo de la evolución de las remuneraciones entre los miembros de la alta dirección de las empresas del Ibex. Este cuerpo laboral de élite percibió en total durante el primer semestre 174,14 millones de euros, cantidad que representa un retroceso del 3,75%. La alta dirección mejor pagada fue la del Banco Santander: sus miembros se repartieron más de 18 millones.
Aumenta el endeudamiento
Junto con los ingresos, el resultado operativo y los beneficios, otra de las partidas que más siguen inversores y analistas durante la campaña de presentación de cuentas es la evolución de la deuda neta. El crédito es fundamental para que las compañías puedan acometer sus planes de expansión —para invertir en I+D, comprar rivales o abrir nuevos mercados—, pero un exceso de apalancamiento puede estrangular la liquidez de las compañías.
Los directores financieros tuvieron que adaptarse rápidamente a un nuevo entorno: de la noche a la mañana, debido a las presiones inflacionistas, los tipos de interés en la zona euro pasaron del 0% al 4,5%. Eso encareció el coste de la deuda y mermó la generación de caja de las compañías. En este contexto, muchos grupos cotizados optaron por desinvertir mediante la venta de activos o renegociar los préstamos, alargando los plazos de vencimiento. En junio pasado, el Banco Central Europeo realizó su primera bajada de tipos, lo que supone un balón de oxígeno para muchos balances que estaban al límite. Coicidiendo con este punto de inflexión en la política monetaria, las compañías han vuelto a incrementar sus niveles de deuda.
A 30 de junio de 2024 la deuda financiera de las compañías del Ibex 35 sumaba 191.267 millones de euros. Se trata de un incremento porcentual del 1,18% con respecto al cierre del primer semestre de 2023 y de una subida neta de 3.375 millones. El mayor incremento de los compromisos financieros se produjo en Repsol. La petrolera pasó de deber 797 millones hace un año a acumular un endeudamiento de 4.595 millones, una cifra que la empresa achaca tanto al esfuerzo inversor en los últimos meses —como la compra de la firma estadounidense de renovables ConnectGen por 715 millones— como a los programas de recompra de acciones y a los nuevos contratos de arrendamiento.
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