El negocio de llevar medicinas hasta la puerta de casa

Dicen las estadísticas que las start-ups (empresas de nueva creación y grandes posibilidades de crecimiento gracias a la tecnología) tienen una capacidad de supervivencia superior a los negocios más tradicionales. Ahora bien, resulta más complicado alcanzar el éxito y despertar el apetito de compra de otra compañía más grande. Este es el caso de la plataforma de compra por internet de productos de parafarmacia y medicinas Promofarma, que nació por la iniciativa de Adriá Carulla (hij...

Dicen las estadísticas que las start-ups (empresas de nueva creación y grandes posibilidades de crecimiento gracias a la tecnología) tienen una capacidad de supervivencia superior a los negocios más tradicionales. Ahora bien, resulta más complicado alcanzar el éxito y despertar el apetito de compra de otra compañía más grande. Este es el caso de la plataforma de compra por internet de productos de parafarmacia y medicinas Promofarma, que nació por la iniciativa de Adriá Carulla (hijo emprendedor de la familia propietaria de Agrolimen), David Masó y José Miguel Pulido.

La aventura de esta plataforma de comercio electrónico comenzó en 2012 y en los dos años siguientes ya lograron dar entrada a nuevos socios. Uno de ellos fue Atresmedia, que cobró en acciones los primeros anuncios de este nuevo comercio en televisión con la actriz Concha Cuetos de protagonista, la entrañable farmacéutica de la serie Farmacia de Guardia.

David Masó, cofundador y consejero delegado de Promofarma, comenta que en 2017 ya vendían desde España a 20 países e hicieron una ronda para captar capital internacional, pero saltó la sorpresa. La plataforma suiza DocMorris, dedicada también al comercio electrónico de productos farmacéuticos, que salió a Bolsa en 2017, hizo una oferta de compra a los socios de Promofarma que se materializó en septiembre de 2018. La cifra rondó —según estimaciones del mercado— los 40 millones de euros que fueron a parar a los fundadores, la familia Carulla Ruiz, a través de la sociedad Dolby XXI SL, propietaria del 16,3%, el fondo de inversión Kibo Ventures (13,6%), Atresmedia (10%), y el fondo Vitamina K.

“Yo preferí quedarme, ya que me ofrecieron un puesto en el consejo de administración de DocMorris al tiempo que me hacían responsable de todo el negocio internacional de la firma. Actualmente operamos desde España, Portugal y Francia como Promofarma, y vendemos a más de 24 países europeos. Podemos colocar a un cliente final un producto de parafarmarcia o una medicina en menos de 48 horas”, explica David Masó.

Fueron varios los motivos por los que DocMorris, líder en Suiza en venta online del sector y con fuerte presencia en Alemania, se fijó en esta start-up española: “Éramos un modelo de negocio complementario, ya que nosotros no teníamos stock de farmacia y ellos sí. Eso nos permitía ofrecer catálogos más amplios. Además, conseguían tener un brazo internacional mientras seguían centrados en Alemania y Suiza. Y, por último, adquirían una empresa con tecnología propia. Por ello, colocaron el centro tecnológico del grupo en Barcelona, aunque también cuentan con otro en Berlín”, indica el consejero delegado de Promofarma.

Actualmente, la empresa es líder en parafarmacia online en España con 3,5 millones de usuarios registrados y 4,5 millones de visitas mensuales y una facturación en 2022 de 83 millones de euros. Ofrecen más de 150.000 productos de salud y cuidado personal con más de 7.000 marcas, incluida una nueva marca propia de complementos alimenticios. Para ello, la firma cuenta con 210 empleados de 24 nacionalidades distintas donde más de la mitad trabaja en remoto. Las titulaciones más habituales son las de marketing, farmacéuticos, economistas, ingenieros, informáticos, analistas de datos, además de expertos en logística.

“En nuestra plataforma está integrado y sincronizado un software específico del que disponen las farmacias —trabajamos con 1.000 en España— que venden los productos a nuestros clientes, con los artículos disponibles, el catálogo y el precio. Luego el cliente elige la mejor entre las ofertas propuestas, empaquetan el producto en nuestras cajas y se llama a la empresa de transporte para llevar el pedido. Además de las farmacias, otros proveedores son ortopedias, ópticas y marcas digitales que venden solo por internet”, comenta David Masó.

Legislación y resultados

Sin duda, la legislación es clave en la actividad de estas firmas. En España solo está permitida la venta online de productos de parafarmacia, mientras en Alemania es posible, incluso, dispensar medicamentos con receta. “Desde España servimos también de forma legal medicamentos OTC [no necesitan receta como antitérmicos, analgésicos, algunos colirios, anticatarrales y antigripales...] a través de las farmacias de Portugal. Mientras en Francia e Italia vemos mucho interés de las administraciones por la digitalización, y en Portugal también están más avanzados, en España no detectamos esa inquietud”, explica Masó.

El consejero delegado de Promofarma considera que la digitalización de la salud es una tendencia imparable, ya que ahorra costes importantes al Estado. Esto pasa por tener en la red el informe de la vida médica del paciente, que la Seguridad Social ofrezca servicio de telemedicina, y que se puedan recetar y comprar medicamentos a través de plataformas. “Por ello, creemos que nuestra transformación irá desde la farmacia online a ofrecer un servicio digital completo de la salud. Así, se pueden hacer numerosas cosas como indicar al enfermo el momento en que debe tomar su medicación, controlar si realmente se la toma, y ofrecerle consejos para un mejor estilo de vida, o resolver dudas con su doctor”, indica.

2023 ha sido un año de transformación tanto en Promofarma como en su matriz DocMorris. La preocupación, como ha ocurrido en el conjunto del sector tecnológico, reside en ser rentable y no tanto en crecer. Masó apunta a que la facturación este año bajará un dígito respecto a los 83 millones del pasado año y lo mismo ocurrirá en DocMorris, que tendrá ingresos por debajo de los 1.200 millones de 2022. “Hemos invertido menos en crecer y aunque estamos enfocados a las ventas, ahora tenemos que ser rentables. Las previsiones para 2024 son de un aumento de crecimiento también de un dígito y seremos rentables por vez primera, es decir, tendremos beneficios”, explica Masó. Un movimiento que ha supuesto la reducción de la deuda del grupo por la venta de activos en Suiza. “Ahora la deuda bruta alcanza los 300 millones de francos suizos (311 millones de euros), con una caja a junio de 200 millones de francos (207 millones de euros), con lo que nuestra deuda neta se ha quedado en torno a los 103,7 millones de euros”, concluye Masó.

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