La empresa que consigue crecer vendiendo forros polares en Sevilla
Dos jóvenes emprendedores popularizan la prenda de abrigo en la capital andaluza gracias a diseños personalizados
La cafetería de la Universidad de Sevilla fue para ellos una oficina improvisada. Entre clase y clase, Alessandro Ridolfi y Carlos Guillén idearon, con solo 18 años, lo que tres años después se ha convertido en Esenzia, una marca de ropa que dio sus primeros pasos en la venta por internet y que ya tiene la primera tienda física en la capital andaluza.
Empezaron su aventura con una inversión de 40 euros cada uno para comprar las primeras prendas y luego revenderlas...
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La cafetería de la Universidad de Sevilla fue para ellos una oficina improvisada. Entre clase y clase, Alessandro Ridolfi y Carlos Guillén idearon, con solo 18 años, lo que tres años después se ha convertido en Esenzia, una marca de ropa que dio sus primeros pasos en la venta por internet y que ya tiene la primera tienda física en la capital andaluza.
Empezaron su aventura con una inversión de 40 euros cada uno para comprar las primeras prendas y luego revenderlas a sus amigos; posteriormente metieron en el negocio otros 50 euros para potenciar las redes sociales. Y así, con ayuda de su entorno, fueron construyendo una firma de moda urbana, que, dicen, busca “la elegancia de una manera joven”. En 2021 facturaron 200.000 euros y en el siguiente ejercicio duplicaron esos números, según datos proporcionados por Insight View. Este año pretenden escalar hasta los dos millones con una propuesta de economía de proximidad: sus artículos se fabrican en España. La marca se enfoca en los jóvenes, aunque vende para todo tipo de público sus abrigos, camisetas, sudaderas o forros polares. Esta última es su prenda estrella, algo curioso ya que los principales compradores se concentran en la calurosa Sevilla. El diseño, caracterizado por el bordado y la personalización, hace que sea el puntal del crecimiento: este año han conseguido vender 15.000 forros polares. “Comenzamos nuestro negocio de ropa con referentes como Blue Banana o Pompeii. Actualmente estamos surfeando en una ola donde muchos jóvenes están emprendiendo también en el sector textil”, señalan los empresarios.
Los fundadores tienen interiorizado el emprendimiento. Ridolfi, naciado en una familia de pocos recursos, consiguió sus primeros ingresos gracias al diseño de carteles para eventos y gestionando las redes sociales de comercios de la ciudad. Posteriormente, su bolsillo se iba llenaba organizando fiestas por la ciudad sevillana. Creció en el mundo emprendedor gracias a uno de sus mentores, el subdirector de su instituto, quien actualmente posee un 5% de Esenzia. Por su parte, Guillén ya sabía lo que era ingresar dinero a los 13 años: llegó a conseguir 650 euros al mes a través de una cuenta de Instagram de fútbol en la que publicaba los resultados de la jornada.
La empresa, con 15 empleados, tuvo unos inicios complicados debido a una combinación de inexperiencia y elevado crecimiento. Pero creen que el mercado, por ahora, les acompaña: a finales de octubre, en la inauguración de su primera tienda, relatan que hubo colas para entrar y que hasta se pasó por ella el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.
Terminan este curso con una nueva colección inspirada en la moda de Italia, país de donde es Ridolfi. Tras las demandas de los clientes, para el próximo año tienen la mirada puesta en Madrid para abrir su segundo local, ya que es la segunda ciudad de España donde más éxito tienen en ventas.
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