Juventus: así son las tretas contables de la Vieja Dama del fútbol

El club ‘bianconero’, el más laureado de Italia propiedad de los Agnelli, acumula pérdidas millonarias y la Fiscalía de Turín investiga sus cuentas

Massimiliano Allegri, entrenador de La Juventus, con el jugador Adrien Rabiot.Nicolò Campo (LightRocket via Getty Images)

La Vecchia Signora (vieja dama) del fútbol italiano tiene serios problemas económicos. Una reciente investigación judicial ha acabado con la dimisión en bloque de la cúpula directiva de la Juventus. Al frente de la misma estaba Andrea Agnelli, que llegó a la presidencia del club en 2010. Ha sido el presidente con más títulos deportivos de la historia del equipo, pero también es el responsable de un agujero financiero considerable. En las últimas cuatro temporadas las pérdidas suman 358 millon...

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La Vecchia Signora (vieja dama) del fútbol italiano tiene serios problemas económicos. Una reciente investigación judicial ha acabado con la dimisión en bloque de la cúpula directiva de la Juventus. Al frente de la misma estaba Andrea Agnelli, que llegó a la presidencia del club en 2010. Ha sido el presidente con más títulos deportivos de la historia del equipo, pero también es el responsable de un agujero financiero considerable. En las últimas cuatro temporadas las pérdidas suman 358 millones de euros. Además, la Fiscalía de Turín, sede del club, ha rastreado durante más de un año las cuentas del equipo, que cotiza en la Bolsa de Milán. Y el regulador del mercado, Consob, también está auditando las cuentas del club para aclarar los métodos con los que se ha gestionado los últimos años. Se suma a esto la investigación de la UEFA por posibles infracciones de las normas sobre licencias de clubes y juego limpio financiero.

El primer movimiento que activó a los fiscales en mayo del año pasado fue la supuesta inflación de los precios de mercado de sus jugadores para sacar más beneficio en su posterior venta. Anteriormente, la fiscalía deportiva de la Federación Italiana de Fútbol ya había investigado las plusvalías en las ventas de jugadores, a raíz de un informe de la comisión que supervisa a los clubes italianos, la Covisoc. Este organismo identificó 62 operaciones sospechosas de equipos italianos, en 42 de las cuales estaba implicada la Juventus.

Varios clubes de la Serie A han sido investigados por esta cuestión, pero la mayoría de las causas han quedado archivadas. Los analistas coinciden en que es complicado que estos casos prosperen por la vía judicial, ya que es muy difícil establecer con claridad el valor de mercado de un jugador. El profesor Dino Ruta, director del Centro de Conocimiento del Deporte y el Entretenimiento de la Universidad Bocconi de Milán, habla del “dopaje financiero” que ha puesto de manifiesto el caso de la Juventus. Y reclama una nueva normativa financiera para gestionar las compras de jugadores y los gastos derivados. “Hasta que los futbolistas no se contabilicen, esta será una industria anómala y, por tanto, difícil de gobernar, tanto para quienes trabajan en ella como para quienes la controlan. Es bueno para el deporte abrirse a sistemas de gobernanza transparentes”, apunta.

La segunda operación sospechosa de la Juventus está relacionada con el ejercicio económico de 2020, cuando por la situación socioeconómica generada por la covid-19 el club turinés acordó aplazar los pagos a determinados jugadores que no fueron incluidos en el ejercicio fiscal de ese año. En plena pandemia, el club anunció que ahorraría casi 90 millones de euros, mientras que la Fiscalía sostiene que los jugadores, de acuerdo con el club, renunciaron a una sola mensualidad y no a cuatro como comunicó la entidad, y que los otros tres pagos habrían sido aplazados al año siguiente. Si hubieran incluido esos gastos en el balance, los ahorros habrían sido bastante inferiores.

Cargos

La Fiscalía ha pedido que se procese a Andrea Agnelli y a otra decena de investigados. Los presuntos delitos que baraja son: comunicaciones corporativas falsas, comunicaciones falsas dirigidas al mercado, obstrucción a las autoridades públicas de supervisión, manipulación del mercado y emisión de facturas para operaciones inexistentes. El juez aún debe decidir si finalmente se sentarán en el banquillo de los acusados. El club turinés siempre ha defendido la legalidad de todos sus movimientos y alega que se han basado en “un sólido conjunto de dictámenes de destacados profesionales jurídicos y contables”. También precisa que las acusaciones del ministerio público “no parecen fundadas”.

El profesor Paolo Biancone, catedrático de Administración de Empresas de la Universidad de Turín, cree que el desproporcionado gasto para armar la plantilla está en el origen de los males económicos de la Juventus. “Gestionar un equipo de fútbol es algo muy complejo; a diferencia de una empresa de otro tipo, aquí hay dos competiciones, la económica y la deportiva. La Juventus quiso mirar de tú a tú a otros clubes europeos más grandes, por lo que aumentó sus gastos en jugadores. Y no siempre los que más cuestan son los que más ganan”, señala.

El declive en las cuentas del club culmina con el fichaje multimillonario de Cristiano Ronaldo en 2018, año en el que empiezan las pérdidas. Es el paradigma de la obsesión de un club que ya lo había ganado todo en Italia y anhelaba conquistar Europa. El astro portugués, que dejó el club en 2021, era su gran baza para hacerse con una Champions League que nunca llegó y con los correspondientes derechos televisivos y beneficios económicos que supone una victoria en esta competición.

En su primer año, Ronaldo costó al club bianconero 90 millones de euros, un cuarto de todo su presupuesto para sueldos. En un primer momento los ingresos aumentaron, el equipo pasó de facturar 400 millones en 2017 a unos 465 millones al año siguiente. Pero después llegó la pandemia y la situación se complicó. La Juventus se encontró con costes altísimos y los sueldos de jugadores blindados. “La compra de Ronaldo y su salario supusieron un punto de inflexión en la política de la Juventus. Fue gasto y no inversión, por la edad de Ronaldo y porque le siguieron otros gastos de mercado. Todo ello era desproporcionado en relación con los ingresos, y entonces la covid reveló esta situación límite”, resume Ruta.

La Juventus está en manos de los Agnelli desde hace un siglo. Al margen de las finanzas, a nivel sentimental y de imagen es una de las joyas de la corona para esta familia, una de las sagas industriales más poderosas de Italia. La sociedad de cartera familiar Exor, guiada por John Elkann, controla el club a través de una participación del 64%. En los últimos cuatro años, según los datos de Equita, ha invertido unos 450 millones de euros para reforzar las maltrechas cuentas del club, que ha necesitado repetidas ampliaciones de capital. Aunque el club solo tiene un valor de mercado de 700 millones y apenas supone el 2% del valor de los activos netos de Exor, con un patrimonio de 31.000 millones, el impacto en la reputación de los Agnelli es enorme. La Juventus es una singular excepción en el fútbol italiano, ya que es uno de los pocos conjuntos de la primera división que todavía están en manos de emprendedores italianos. Cada vez más clubes están controlados por fondos de inversión extranjeros. Los equipos de fútbol están muy solicitados y los analistas creen que la Juventus, cuando se despejen sus problemas legales, podría acabar en manos de un gigante del capital riesgo o de un fondo soberano.

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