Todos miran al dividendo cuando truena
La retribución al accionista recupera protagonismo en un mercado de grandes altibajos y rendimientos más moderados
El dividendo es como santa Bárbara, casi nadie se acuerda de ella hasta que truena. El año bursátil ha comenzado como se esperaba: mucha volatilidad y rendimientos moderados cuando no pérdidas. El mercado está en una fase de indecisión. Este 2022 será otro año de crecimiento en el mundo, pero la inflación ha enturbiado la perspectiva de los inversores. Los bancos centrales, sobrepasados por una subida de los precios más rápida y persistente de la prevista, tienen que responder acelerando su hoja de ruta para la retirada de lo...
El dividendo es como santa Bárbara, casi nadie se acuerda de ella hasta que truena. El año bursátil ha comenzado como se esperaba: mucha volatilidad y rendimientos moderados cuando no pérdidas. El mercado está en una fase de indecisión. Este 2022 será otro año de crecimiento en el mundo, pero la inflación ha enturbiado la perspectiva de los inversores. Los bancos centrales, sobrepasados por una subida de los precios más rápida y persistente de la prevista, tienen que responder acelerando su hoja de ruta para la retirada de los estímulos, sobre todo la Reserva Federal estadounidense.
El grifo de la liquidez se entrecierra y eso causa temor entre los inversores. Muchos de ellos, sobre todo los más jóvenes, solo han vivido un mercado idílico (subidas casi ininterrumpidas de las Bolsas, tipos cero y nula inflación) y ahora buscan puertos seguros. Ahí es donde entran los dividendos como red de sujeción para las carteras. Son numerosos los bancos de inversión y casas de Bolsa que subrayan la importancia de la política de retribución en esta nueva fase de mercado.
“Ante los riesgos potenciales que presenta el entorno actual, trato de lograr un equilibrio en mis carteras de inversión, buscando exposición a compañías con capacidad de fijación de precios, crecimiento sostenible y buenos dividendos”, explica en una reciente nota Diana Wagner, gestora de renta variable de Capital Group. Una recomendación muy similar la proporciona César Pérez Ruiz, director global de inversiones de Pictet WM: “Los tenedores de bonos no van a ser compensados por la inflación. Necesitamos formas de combatir la represión financiera. En este sentido, podemos encontrar soluciones en renta variable ya que el 80% de las empresas del índice estadounidense S&P 500 muestran mayor rentabilidad por dividendo que el rendimiento que ofrece a vencimiento su deuda. Así que nos interesan empresas con dividendos crecientes”.
Tras la caída de pagos por parte de las compañías en 2020 debido al impacto del coronavirus, en el pasado ejercicio se alcanzaron cifras récord. En concreto, las compañías englobadas en el índice de renta variable europea MSCI Europea incrementaron en un 33% su remuneración a los accionistas, hasta los 378.000 millones de euros. Y 2022 volverá a ser una cosecha magnífica para los inversores especializados en pescar cupones: según cálculos realizados por Allianz Global Investors, se espera un aumento adicional de los dividendos del 8%, hasta los 410.000 millones.
“Los dividendos otorgan estabilidad a muchas carteras, especialmente en años con evolución negativa del precio de las cotizaciones, ya que pueden compensar las caídas”, dice en un informe publicado a finales de enero Hans-Jörg Naumer, director de mercados de capitales globales de la gestora alemana. “Según nuestros cálculos, la volatilidad media de las acciones de compañías que pagan dividendos es significativa y sistemáticamente inferior a la de las que no pagan. Estamos hablando de una diferencia de más de 10 puntos porcentuales para el conjunto del mercado de renta variable europeo”, añade Naumer.
Cara y cruz
El Ibex 35 lleva años en el furgón de cola de las Bolsas mundiales en cuanto a revalorización. Sin embargo, la Bolsa española suele ocupar los primeros puestos en rentabilidad por dividendo. Los sectores que más pesan en el selectivo español son banca, energía y telecomunicaciones. Se trata de negocios a los que los inversores han dado la espalda en el último lustro en busca del becerro de oro que esconden las acciones de crecimiento, principalmente las tecnológicas. No obstante, estos mismos valores que han ejercido de lastre para el Ibex 35 suelen ser de los más generosos en el reparto de dividendos.
En este sentido, desde Allianz Global Investors prevén que el pago de dividendos en España puede aumentar hasta un 20% en 2022. Se trata de un crecimiento superior a las estimaciones que esta firma tiene para mercados como el alemán, el italiano y el francés (con aumentos que van del 10% al 13%). Los bancos, una vez levantadas las restricciones del BCE, liderarán esta mejora de los pagos.