Bonos verdes para estimular una transición sostenible
Unicaja tiene un plan. Con el objetivo de contribuir a la promoción de la eficiencia energética, el banco andaluz apuesta por los bonos verdes. Se trata de una de las principales actuaciones de su programa de responsabilidad social y ecológica
Dadme un punto de apoyo”, dijo en su día Arquímedes de Siracusa, “y moveré el mundo”. El físico y matemático siciliano del siglo III antes de Cristo fue tal vez el primero en concebir una idea grandiosa que está en la base de toda la ingeniería contemporánea: cualquier peso, por enorme que resulte, puede desplazarse si se dispone de la palanca adecuada.
En Unicaja han identificado una formidable palanca que puede contribuir a acelerar la cada vez más urgente transición verde, contrarrestando así el peso muerto de la emergencia climática. Se trata de las finanzas sostenibles. En concreto, del bono verde que la entidad crediticia con sede en Málaga emitió por vez primera en junio de 2022, un título muy valorado por los inversores y de una más que evidente utilidad social, porque está sirviendo para sufragar proyectos directamente relacionados con la transición hacia una economía más respetuosa con el medio ambiente.
Tres bonos más han sido expedidos en los últimos dos años y medio. El último de ellos, en septiembre de este año, tiene un importe de 300 millones de euros y un vencimiento a cinco años, en septiembre de 2029, aunque también puede amortizarse al cuarto año por el 100% de su valor nominal. Con la expedición de esta nueva remesa, el banco ha puesto ya en circulación un total de 1.600 millones de euros en bonos verdes. La excepcional respuesta de los mercados ha permitido realizar un fuerte ajuste del tipo de interés a la baja, de los 140 puntos básicos iniciales a los 105 que se ofrecieron en la última emisión. Más de 90 inversores institucionales de tres continentes distintos (Europa, América y Asia) han participado en la última ronda de emisión, gestionada por entidades de primer orden como BBVA, Natixis, BoFA Securities y Société Générale.
Acelerador de iniciativas
Fuentes de Unicaja destacan que, más allá del notable éxito de mercado con el que se han saldado hasta la fecha las emisiones de sus bonos verdes, lo esencial es el destino de los fondos reunidos, ya que están sirviendo para “financiar o refinanciar, en parte o en su totalidad, préstamos, inversiones o proyectos (tanto nuevos como ya existentes) que persigan la mitigación del cambio climático”. Entre ellos, destacan iniciativas relacionadas con edificios verdes y la generación de electricidad a partir de fuentes solares, eólicas, hidráulicas, geotérmicas o basadas en hidrógeno y bioenergía.
Desde Unicaja se añade que el bono ha obtenido la consideración de producto financiero verde porque “está alineado con los Green Bond Principles (GBP) tal y como los enuncia la International Capital Market Association (ICMA)”, un organismo internacional que vela por la integridad de estos títulos “a través de directrices que regulan su transparencia, publicidad y reporte de informes”. La entidad malagueña argumenta, además, que la apuesta por la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono permea toda su filosofía corporativa, tal y como se recoge en el Plan Estratégico de Unicaja para los ejercicios 2022-2024 y en la próxima Estrategia para el periodo 2025-2027.
Nuestro compromiso con la sostenibilidad no sólo consiste en regular nuestra huella ambiental y la de nuestros clientes, sino también en generar un impactoGuerrero Werner, director de gabinete del CEO y Estrategia de Unicaja
En palabras de Manuel Guerrero Werner, director de gabinete del CEO y Estrategia de Unicaja, “entendemos que el compromiso con la sostenibilidad no sólo consiste en gestionar nuestra huella ambiental y colaborar con nuestros clientes a reducir la suya, sino en generar un impacto positivo y tangible para la sociedad. En este sentido, hemos priorizado la emisión de bonos verdes como un instrumento clave para movilizar financiación que promueva proyectos de energía renovable o eficiencia energética”.
Se trata, en consecuencia, de un proyecto estratégico en los programas de responsabilidad social de la compañía. Pero no es el único. Manuel Guerrero destaca también otra iniciativa reciente: “Sabemos que la sostenibilidad también tiene una vertiente social, que va a ir a más. Por ello, hemos puesto en marcha líneas de préstamos diseñadas específicamente para los jóvenes que desean acceder a su primera vivienda, en colaboración con los poderes públicos. Este compromiso responde a nuestra vocación de apoyar el desarrollo de las nuevas generaciones, reduciendo barreras económicas y facilitando el acceso a una vivienda digna, ayudando a las personas, en suma, a prosperar”. Se trata de un ejemplo de colaboración público-privada que podría servir de modelo a otras acciones similares. Con este objetivo, Unicaja ofrece avales ICO para la compra de esa primera vivienda a jóvenes y familias con algún menor a su cargo. En una línea similar está también un nuevo proyecto, ahora en fase de comercialización, de vivienda joven que se ha implementado en las comunidades de Andalucía, Madrid, Castilla y León y Extremadura. Está reservado a solicitantes de hasta 35 años, 40 en la Comunidad de Madrid, y en algunos casos brindan hasta el 100% del valor de tasación o compraventa de la propiedad.
Todas estas iniciativas responden, en definitiva, a la misma vocación de dotarse de palancas eficientes para promover dinámicas sociales positivas, dejando atrás inercias y obstáculos: “Nuestro enfoque integrador en sostenibilidad combina acciones medioambientales y sociales para un impacto transformador en la comunidad, en la clientela y en nuestro propio modelo de negocio”, concluye Guerrero Werner. Arquímedes, qué duda cabe, estaría satisfecho.
Cómo hablar el (nuevo) idioma del dinero
Una de las iniciativas de responsabilidad social más divulgadas que tiene en marcha ahora mismo Unicaja es, sin duda, el Proyecto Edufinet, promovido por la Fundación Unicaja y el propio Unicaja. Se trata de un completo programa de educación financiera pensado para enseñar a la ciudadanía a tomar mejores decisiones económicas y, en definitiva, a reforzar su solvencia y autonomía.
Una parte del proyecto, bautizada como Embajadores, se centra en un colectivo al que los cambios tecnológicos, culturales y organizativos está dejando en situación especialmente vulnerable: los mayores de 60 años. En especial, los que viven en zonas rurales.
En el programa se abordan cuestiones como una gestión ordenada de las propias finanzas, la adquisición de competencias digitales básicas o las precauciones a adoptar contra intentos de estafa tecnológica y demás ciberdelitos. Las sesiones de aprendizaje son eminentemente prácticas y en ellas se hace uso de herramientas y recursos como simuladores de aplicaciones bancarias o de cajeros desarrollados por el equipo de Edufinet.
Embajadores ha visto recompensada su utilidad y eficacia pedagógica con la obtención del Premio Finanzas Para Todos a la Mejor Iniciativa de Educación Financiera.