La prima de riesgo de Francia toca los 80 puntos básicos por primera vez desde abril
La Bolsa recupera posiciones tras caer un 3% en dos días y el CEO de Carrefour alerta del riesgo de recesión
La prima de riesgo francesa ha superado este miércoles los 80 puntos básicos por primera vez desde abril, señal de la creciente preocupación de los inversores por la deriva política y fiscal del país. El diferencial con la deuda alemana se ha disparado en las últimas dos semanas a medida que ha ganado enteros la probabilidad de que caiga el Gobierno de Françios Bayrou. El primer ministro ha convocado una moción de confianza para el próximo 8 de septiembre que, a juzgar por la aritmética parlamentaria actual, tendrá serias dificultades para superar, lo que le obliga a presentar la dimisión.
Los mercados, en cualquier caso, han suavizado el ritmo de un castigo que se aceleró el lunes, y este miércoles el índice Cac de la Bolsa francesa marca leves subidas, después de haber perdido más del 3% en dos días. La prima de riesgo, por su parte, apenas repunta dos puntos. En una Asamblea Nacional fragmentada, Bayrou no encuentra aliados para sacar adelante su plan de recortes de gasto y las subidas de impuestos que prevé recaudar 44.000 millones de euros para contener la subida de la deuda pública y cumplir los compromisos adquiridos por Bruselas. La situación es una repetición de la vivida a finales de diciembre, cuando en la posición de Bayrou se encontraba Michel Barnier, quien acabó destituido al no sacar adelante su plan fiscal.
La agencia de calificación crediticia Scope Ratings calcula, en un informe publicado este miércoles, que el escenario más probable es el triunfo de la moción y el nombramiento de un nuevo primer ministro para evitar una nueva convocatoria electoral. Ahora bien, “aprobar el presupuesto del próximo año con la actual composición parlamentaria requeriría diluir el plan de ahorro”. Los planes del Ejecutivo actual pasan por recortar el déficit al 4,6% en 2026, desde el 5,8% actual.
En la jornada de este miércoles se ha manifestado por primera vez el presidente, Emmanuel Macron, quien ha expresado su apoyo al primer ministro y asegurado ante los ministros que “no hay que negar la realidad ni caer en el catastrofismo” en lo que respecta a la situación económica del país. El presidente ha asegurado que Francia “es un país sólido con una economía sólida”. “Ya logramos sanear las finanzas públicas en 2017 y 2019 creando empleo y bajando los impuestos. Podemos superar este desafío”, ha señalado Macron durante la reunión, según la portavoz del Gobierno, Sophie Primas, informa Raquel Villaécija.
Otros observadores son más pesimistas. El consejero delegado de Carrefour, Alexandre Bompard, ha avisado del riesgo de recesión: “Cuanta más incertidumbre hay, como es el caso, mayor es el riesgo de un fuerte impacto económico, porque cada cual decide retrasar sus decisiones de consumo”, dijo en la conferencia anual del lobby empresarial Medef. “Hemos recreado un riesgo de recesión”.
Guillaume Rigeade, codirector de renta fija de Carmignac, una de las mayores gestoras de fondos francesas, considera que si la crisis política del país se agrava y se convocan elecciones legislativas, el diferencial del rendimiento a 10 años con respecto a Alemania podría dispararse hasta los 100 puntos básicos por primera vez desde 2012: “Incluso sin esta moción de confianza, habríamos tenido el mismo riesgo al final del año, porque habría sido difícil para el Gobierno elaborar un presupuesto y aprobarlo en la Asamblea”, indica.
La prima de riesgo de Francia ya es superior a la de España (62 puntos básicos), Portugal e incluso Grecia. Y está menos de 10 puntos por encima de la deuda italiana, que dentro de la zona euro es la que tiene una mayor percepción de riesgo: el bono italiano cotiza en el 3,625% por un 3,592% que le exigen los inversores a la deuda gala.
Los analistas de Julius Baer destacan que la reacción del mercado está siendo limitada, y que Macron no está obligado a convocar elecciones en el caso de que la moción fracase, lo que a su juicio reduce el riesgo de que se repita el pánico del verano pasado, cuando la prima llegó a 90 puntos. “La capacidad de pagar la deuda sigue siendo alta, dado que el país se ha beneficiado de un periodo muy largo de costes de financiación muy bajos y de un vencimiento medio prolongado. Esto debería limitar la posible venta masiva de bonos. No obstante, no existe una vía rápida para salir del actual dilema político. El diferencial adicional de la deuda pública francesa tampoco va a desaparecer tan fácilmente”, recalcan.
En la Bolsa, los valores financieros están siendo los más castigados, junto a otros ligados al consumo (como Carrefour). Axa, BNP Paribas, Société, Générale y Crédit Agricole se dejan entre el 7% y el 10% en la semana. Aunque el impacto directo por sus tenencias de deuda pública es limitado, explica UBS, “la intersección entre los retos demográficos, las finanzas del sector público y la fragmentación política será un factor que influirá de vez en cuando” en las cotizaciones.
Entre septiembre y noviembre se avecinan también numerosas revisiones de la calificación crediticia en los próximos meses: Fitch Ratings tiene previsto evaluar a Francia el 12 de septiembre, pocos días después de la votación parlamentaria, y podría rebajar la calificación soberana a A+, pues la firma mantiene perspectiva negativa.