Intel no sale de la crisis: falla en su previsión de beneficios y vuelve a sufrir en Bolsa
El histórico fabricante de chips reducirá su plantilla un 15%. Cancela la construcción de fábricas en Alemania y Polonia
Intel no logra dejar atrás su crisis. El histórico fabricante de chips se examinó la pasada madrugada de las cuentas del segundo trimestre, en el que superó la previsión de ingresos del mercado, pero incumplió las estimaciones de beneficio por acción como consecuencia de los saneamientos financieros.
Además, la compañía señaló que espera reducir su plantilla un 15%, para situarla en el entorno de los 75.000 empleados a final de año. A finales de abril, el grupo estadounidense, dirigido desde principios de año por Lip-Bu Tan, ya había adelantado un recorte de la fuerza laboral del 20%. Intel ha decidido cancelar los planes de construcción de plantas en Alemania y Polonia, además de ralentizar el desarrollo de la planta de Ohio, en Estados Unidos.
En estas circunstancias, las acciones de Intel, que ayer se dejaron un 3,66%, caen más de un 8% en la apertura de Wall Street, y pierden casi todo lo ganado desde principios de enero. En el último año acumulan una caída del 33%. Intel capitaliza en torno a 90.000 millones de dólares, muy lejos de los 262.000 millones de su rival AMD. Nvidia, líder del sector, tiene una capitalización de cuatro billones.
Con respecto a las propias cuentas, Intel registró unos ingresos de 12.860 millones de dólares en el trimestre, por encima de la previsión del mercado de 11.880 millones. No obstante, registró unas pérdidas por acción de 0,10 dólares, frente a unas previsiones de un beneficio por título de 0,01 dólares. En este caso, la compañía ha contabilizado un deterioro no monetario de 800 millones de dólares y cargos por depreciación acelerada relacionados con “herramientas excedentes sin reutilización identificada”.
Para el tercer trimestre, Intel prevé unos ingresos entre 12.600 y 13.600 millones de dólares, frente a unas previsiones de los analistas de 12.640 millones.
La división de productos, que incluye los equipos para portátiles y centros de datos, generó unos ingresos de 11.800 millones, frente a unas expectativas de 10.900 millones. La competencia en este ámbito se está endureciendo con la presión de AMD y de Qualcomm, que está ganando mercado en el segmento de chips para PC con sus Snapdragon X Plus y X Elite.
El nuevo negocio Intel Foundry, para terceros clientes, registró unos ingresos de 4.400 millones de dólares, ligeramente por encima de las previsiones. La división, cuyo objetivo pasa por producir chips para clientes externos utilizando la tecnología de procesadores de Intel, aún está tratando por lograr avances significativos.
Dentro del proceso de reestructuración, la pasada primavera, Intel acoró la venta de una participación del 51% en su negocio de chips programables Altera a Silver Lake, en una transacción valorada en 4.460 millones de dólares.