Boeing cerró un 2024 de pesadilla con unas pérdidas de unos 12.000 millones de dólares

La empresa acumula un déficit de más de 35.500 millones de dólares en seis años consecutivos de números rojos

Montaje de aparatos Boeing 737 Max en la planta de la compañía en Renton (Washington).Jennifer Buchanan (via REUTERS)

Boeing vivió un año 2024 para olvidar. Desde que una tapa del fuselaje de un aparato de Alaska Airlines se desprendió en pleno vuelo a principios de año, la compañía no levantó cabeza. Las dudas sobre la seguridad, la huelga de sus empleados, el despido de un 10% de la plantilla, los problemas de su división espacial, el relevo en la cúpula, la caída de las ventas y las pérdidas multimillonarias marcaron un ejercicio de pesadilla cuando la empresa aspiraba a recuperar la rentabilidad perdida. La compañía anunció este jueves a los inversores que los resultados del cuarto trimestre serán aún peores de los que esperaba el mercado. Con unas pérdidas de cerca de 4.000 millones de dólares en el cuarto trimestre del año, la compañía cerrará el ejercicio con un quebranto cercano a los 12.000 millones de dólares (unos 11.500 millones de euros al tipo de cambio actual).

Boeing ha anticipado que sufrió en el cuarto trimestre unas pérdidas de 5,46 euros por acción, sin facilitar la cifra absoluta. Como el número de títulos ha variado durante el trimestre, habría que calcular la media ponderada para una aproximación al resultado neto. Eso arroja unas pérdidas del orden de los 3.800 millones de dólares que se añaden a los 7.968 millones de los nueve primeros meses del año. Con ello, los números rojos de 2024 rivalizarán con los 11.873 millones que perdió en 2020, el peor año de la historia de la compañía hasta el momento. La empresa publicará los resultados el próximo martes

Para Boeing, por tanto, 2024 queda como el sexto ejercicio consecutivo de números rojos. En ese periodo acumula unas pérdidas de más de 35.500 millones de dólares. . Desde los accidentes catastróficos del 737 Max de 2018 no ha levantado cabeza y cuando parecía ver la luz, se produjo el nuevo incidente y una sucesión en cadena de reveses en todos los frentes.

Las cuentas del cuarto trimestre incorporan las repercusiones en sus cuentas de la huelga de sus trabajadores industriales y del acuerdo alcanzado con el sindicato, que implica un alza salarial del 44% en cuatro años. Además, refleja cargos por determinados programas de Defensa, Espacio y Seguridad y los costes asociados a las reducciones de plantilla anunciadas el año pasado, que implican el despido de unos 17.000 empleados, el 10% del total.

La empresa prevé unos ingresos en el cuarto trimestre de 15.200 millones de dólares, un 31% menos que en el mismo periodo del año anterior y un flujo de caja operativo negativo de 3.500 millones de dólares frente a los 3.381 millones positivos de octubre a diciembre de 2023. El efectivo y las inversiones en valores negociables ascendían a 26.300 millones de dólares al final del año, con lo que la empresa tiene un colchón de liquidez amplio para atravesar su crisis.

El nuevo presidente y consejero delegado, Kelly Ortberg, ha decidido hacer borrón y cuenta nueva. Tras la macroampliación de capital del año pasado, en la que captó cerca de 24.000 millones de dólares entre acciones y títulos convertibles, ha decidido seguir limpiando sus cuentas y reconocer el impacto de los diferentes problemas.

“Aunque nos enfrentamos a retos a corto plazo, hemos dado pasos importantes para estabilizar nuestro negocio durante el trimestre, como alcanzar un acuerdo con nuestros compañeros representados en el IAM y llevar a cabo una exitosa ampliación de capital para mejorar nuestro balance”, dijo Ortberg a través de un comunicado. “También hemos reiniciado la producción de [los modelos] 737, 767 y 777/777X y nuestro equipo sigue centrado en el duro trabajo que tenemos por delante para construir un nuevo futuro para Boeing”, añadió.

Los resultados de la división de aviones comerciales reflejarán los impactos asociados al paro laboral y al acuerdo con el sindicato IAM, incluyendo menores entregas y cargos extraaordinarios de 1.100 millones de dólares antes de impuestos en los programas 777X y 767. El cargo antes de impuestos del programa 777X, de 900 millones de dólares, refleja el aumento de los costes laborales estimados asociados a la finalización del acuerdo laboral y se producirá a lo largo de los próximos años. La compañía sigue previendo la primera entrega del 777-9 en 2026. La división prevé unos ingresos en el cuarto trimestre de 4.800 millones de dólares y un margen operativo negativo del 43,9%.

En la división de defensa, espacio y seguridad, Boeing espera reconocer cargos antes de impuestos de 1.700 millones de dólares en los programas KC-46A, T-7A, Commercial Crew, VC-25B y MQ-25. El cargo del programa KC-46A, de 800 millones de dólares, refleja unos costes de fabricación estimados más elevados, incluido el impacto de la huelga y el acuerdo con el sindicato. El cargo del programa T-7A, de 500 millones de dólares, se debe principalmente al aumento de los costes estimados de los lotes de producción a partir de 2026. Esta división cerró el trimestre con unos ingresos de unos 5.400 millones de dólares y un margen operativo negativo del 41,9%.

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