El oro brilla con más fuerza: nuevos máximos y subida del 33% en un año

El lingote se vende a 2.521 dólares la onza debido a las compras de bancos centrales y a la incertidumbre geopolítica

Una persona pule un lingote de oro, en una planta de la empresa de metales preciosos Pallion, en Sidney (Australia).DAVID GRAY (AFP via Getty Images)

El precio del oro no encuentra techo. Los lingotes se están vendiendo en los mercados financieros a 2.521 dólares por onza (2.276 euros), nuevo máximo histórico. Las causas de la subida son diversas, pero los expertos apuntan a una fuerte demanda por parte de bancos centrales y su adquisición como activo refugio, como protección por parte de los inversores ante el aumento de la incertidumbre geopolítica. El precio del metal precioso ha subido un 10% desde junio y un 33% en los 12 últimos meses. Estos fuertes incrementos en su valoración han convertido al oro en una de las materias primas que m...

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El precio del oro no encuentra techo. Los lingotes se están vendiendo en los mercados financieros a 2.521 dólares por onza (2.276 euros), nuevo máximo histórico. Las causas de la subida son diversas, pero los expertos apuntan a una fuerte demanda por parte de bancos centrales y su adquisición como activo refugio, como protección por parte de los inversores ante el aumento de la incertidumbre geopolítica. El precio del metal precioso ha subido un 10% desde junio y un 33% en los 12 últimos meses. Estos fuertes incrementos en su valoración han convertido al oro en una de las materias primas que más se ha apreciado durante 2024.

El inicio de la escalada de los lingotes dorados se remonta a 2022, cuando se intercambiaban a solo 1.650 dólares por onza. Charlotte Peuron, gestora en la firma Crédit Mutuel AM, apunta en un informe varias causas. “Durante los dos últimos años ha habido una demanda sostenida de joyas, ha aumentado el interés por el oro físico por parte de inversores asiáticos y se han producido fuertes compras por los bancos centrales de países emergentes, especialmente del Banco Nacional de China”. A los precios actuales, cada lingote de oro que Estados Unidos atesora en el búnker de Fort Knox (Kentucky) -con un peso de 400 onzas (11,34 kilogramos)-, tendrían un valor de mercado superior al millón de dólares (algo más de 900.000 euros). Allí se acumulan 368.000 lingotes.

Tradicionalmente, el oro se ha considerado siempre como un activo idóneo para desmarcarse de la evolución de otros activos financieros, como las acciones o los bonos. Cuando se produce una fuerte caída en las Bolsas, son mucho los inversores que recurren a la inversión en metales preciosos para protegerse. Esta vez no ha sido así. La fuerte revalorización del oro ha ido en paralelo con la de la renta variable, con muchas Bolsas marcando máximos históricos.

El último repunte también se explica por las expectativas de que Estados Unidos empiecen a bajar los tipos el mes que viene. Esta semana, el presidente de la Reserva Federal (el banco central de EE UU), Jerome Powell, ofrecerá pistas sobre las perspectivas de la política monetaria en el simposio de Jackson Hole. Wayne Gordon, estratega de materias primas del banco suizo UBS, considera que “las tendencias apuntan a que el precio por onza superará los 2.700 dólares para mediados de 2025″.

Cuando la deuda pública paga rendimientos altos, como ahora, son muchos los inversores que la compran, al tratarse de un activo muy seguro. Según va reduciéndose la rentabilidad, se hace menos atractiva y algunos buscan en activos como el oro una alternativa. Sin embargo, en los últimos años los precios del oro han subido incluso en un entorno de altos tipos de interés en la renta fija, debido al impulso de la demanda en países emergentes.

Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, apunta otro factor: “En las últimas subidas también está siendo clave el factor momentum [inercia, en jerga financiera]. Esto es, que el hecho de que el oro se haya convertido en un activo de moda y haya marcado máximos históricos es lo que acaba atrayendo a nuevos inversores, que hacen que vuelva a subir su precio.

El precio al que se negocia el oro en los mercados internacionales -los 2.521 dólares por onza-, se corresponde con contratos financieros para su intercambio entre inversores institucionales y no es exactamente el mismo que el precio de compraventa al público. Sin embargo, el patrón es muy similar, siendo algo inferior en este segundo caso por los costes vinculados al transporte y custodia del oro físico, así como a la existencia de más intermediarios. En España, están volviendo a proliferar la tiendas de compra de oro en la calle y en Estados Unidos se puede comprar pequeños lingotes incluso en la web de la red de hipermercados Wall Mart.

El gestor de fondos Hernán Cortes, socio fundador de Olea Gestión, lleva años apostando por la inversión en el metal dorado, como una forma de dar estabilidad a la cartera. “Parece razonable pensar que en los próximos años continuará la demanda por parte de bancos centrales e inversores financieros, dando al menos un fuerte soporte a las cotizaciones actuales y, si no desciende el uso en joyería, un impulso moderado a los precios”. Para Cortés, el brillo del oro está aún lejos de apagarse.

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