Bruselas impondrá un arancel adicional del 9% a los coches de Tesla
Considera que las baterías fabricadas en China reciben ayudas de estado. La Comisión Europea rebaja levemente los aranceles a los coches eléctricos chinos. Concluye que las nuevas tarifas no serán retroactivas
La UE mantiene su pulso con China por sus controvertidos subsidios a los vehículos eléctricos. Bruselas los considera una competencia injusta que distorsiona un mercado clave para el futuro de la automoción. La Comisión Europea ha anunciado este martes un ajuste, levemente a la baja, de los aranceles provisionales anunciados en julio a varios fabricantes chinos de coches eléctricos, a los que ha añadido ahora también a Tesla, aunque en un procedimiento separado.
En el borrador de la propuesta final de lo que ya está considerado como la mayor medida de defensa comercial que ha adoptado la Unión hasta ahora, finalmente, sin embargo, se propone que la medida no sea aplicada de forma retroactiva. Es decir, que de aprobarse los aranceles, un proceso en el que están implicados los Estados miembros y que tiene como fecha límite el 30 de octubre, estos solo se empezarán a imponer a partir de su entrada en vigor, una vez publicados en el Boletín Oficial de la UE. Eso sí, si finalmente reciben el visto bueno, las tarifas adicionales estarán en vigor por cinco años prorrogables.
En su propuesta final, presentada este martes, Bruselas vuelve a rebajar levemente los aranceles adicionales propuestos en julio, que se sumarán al que ya existe de un 10%.
En el caso del fabricante SAIC, aunque sigue siendo el que recibe un arancel más alto, este pasa del 37,6% recomendado provisionalmente en julio al 36,3%. Geely, por su parte, pasará del 19,9 al 19,3%, mientras que para BYD, el mayor fabricante del mundo de vehículos eléctricos, se fija en 17%, en vez del 17,4% inicial.
Estas nuevas cifras podrían volver a ser ajustadas levemente, advierten fuentes comunitarias, ya que ahora se vuelve a abrir un periodo de diez días en el que las partes pueden enviar comentarios e incluso solicitar una audiencia. A partir de ese momento, y con la información adicional recibida, la Comisión presentará la decisión final a los Estados miembros, que deberán votar si dan su visto bueno o no a los aranceles adicionales. Esta votación, al contrario de una consulta inicial realizada en julio, sí será vinculante. Para ello, señala la Comisión, las reglas fijan que la propuesta será adoptada salvo que haya una mayoría cualificada en contra.
En la votación también entrará la propuesta de imponer un arancel adicional calculado individualmente a Tesla de 9%, una posibilidad evocada en julio y confirmada ahora. El montante, muy inferior a los aranceles impuestos a las otras compañías, asciende a lo que Bruselas calcula que Tesla —la única empresa totalmente extranjera que fabrica baterías en China— recibe en materia de subsidios de Pekín por producir en su territorio, una tasa que es menor, señalan, que los subsidios que perciben otras empresas totalmente nacionales.
Tras conocer las medidas provisionales fijadas el 4 de julio, Pekín advirtió de represalias comerciales. De hecho, antes incluso de que la UE impusiera los aranceles provisionales a los coches chinos, China anunció una investigación antidumping contra las importaciones de cerdo europeo.
Pese a ello, Bruselas insiste en que está “abierta” a encontrar una solución “alternativa” con Pekín, siempre y cuando, subrayan las fuentes, esta sea “eficiente” y dé una “solución” a los problemas que la UE ha identificado tras una “investigación exhaustiva” en los subsidios chinos que comenzó hace casi un año y que la Comisión asegura que ha sido muy “transparente” en todo el proceso.
“Seguimos abiertos a discutir, consideramos que depende de China presentar alternativas, estamos abiertos a que China haga propuestas que solucionen el problema de la misma manera que unos aranceles, pero eso depende de Pekín”, insisten las fuentes.
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