Los siete magníficos evaporan 2,69 billones de valor en Bolsa en un mes

Nvidia registra las mayores caídas de la jornada al retrasar su nuevo chip

Sede del 'marketSite' de Nasdaq en Nueva York, en octubre.Stephanie Keith (Bloomberg)

Los resultados ambivalentes de las tecnológicas alertaron la semana pasada sobre la lenta monetización de su apuesta por la inteligencia artificial (IA). Seis de las siete magníficas —a falta de Nvidia, que presentará los suyos a finales de agosto— no alcanzaron las previsiones en el último trimestre, y sus estimaciones para los próximos tampoco convencieron a los inversores, a los que no impresiona su apuesta por la inteligencia artificial (IA): quieren ver resultados. Las siete grandes han perdido este lunes un billón de dólares en valor de mercado en el arranque de sesión. El índice Nasdaq Composite arrancó la jornada con un desplome del 6,2% que ha ido suavizando hasta el 3,4%, después de haber entrado el viernes en territorio de corrección. Nvidia, por el retraso de tres meses en el suministro de chips vitales para el desarrollo de la IA, y Apple, por la desinversión de Warren Buffett -Berkshire Hathaway ha recortado casi un 50% su participación en el fabricante del iPhone-, han liderado las pérdidas, con el 6,3% y el 4,8% respectivamente. Amazon, Alphabet y Tesla cayeron más del 4%, Microsoft por encima del 3% y Meta más del 2%. El índice Bloomberg Magnificent 7 llegó a desplomarse hasta el nivel más bajo desde 2015.

Más allá de porcentajes, desde que el pasado 10 de julio se iniciara la corrección entre las grandes tecnológicas ante las dudas por sus elevadas valoraciones y las fuertes inversiones realizadas en inteligencia artificial, los siete magníficos se dejan 2,69 billones de dólares de capitalización, unos 2,47 billones de euros, o lo que es lo mismo, el valor en Bolsa de Microsoft.

Pese a las fuertes caídas, el S&P 500 y el Nasdaq han logrado suavizar las pérdidas después de que un informe sobre la industria de servicios fuera más positivo de lo esperado. Según el Instituto de Gestión de Suministros, el crecimiento estuvo liderado por las empresas del sector de las artes, el entretenimiento y el ocio, así como por los servicios de alojamiento y alimentación. La publicación de este informe sirvió de colchón al desplome generalizado de Wall Street que ha puesto en precio la entrada de la economía estadounidense en recesión por los elevados tipos de interés.

Nvidia, la empresa de chips que se ha convertido en el niño mimado de la pujanza de la IA en Wall Street, arrancó la jornada con caídas del 9,1%, que suavizó posteriormente. Los analistas recortaron el fin de semana sus previsiones de beneficios después de que el portal The Information adelantara que el nuevo chip de IA de Nvidia se retrasa. La corrección ha provocado que el valor haya reducido su rentabilidad acumula en el año hasta el 108%, frente al 170% de mediados de junio. Dado que las siete magníficas se han convertido en las mayores empresas del mercado por capitalización, los movimientos de sus acciones tienen mucho más peso en el S&P 500 y otros índices. Nvidia fue el valor que arrasó en 2023 en el índice S&P 500, con una revalorización superior al 200%.

La producción de los próximos chips de inteligencia artificial de Nvidia sufrirá un retraso de tres meses o más debido a fallos de diseño, un contratiempo que podría afectar a clientes como Meta Platforms, Google y Microsoft, que han encargado colectivamente chips por valor de decenas de miles de millones de dólares, según dos fuentes citadas por The Information. Nvidia informó la semana pasada a Microsoft, uno de sus mayores clientes, y a otro gran proveedor de servicios en la nube de un retraso en el chip más avanzado de su nueva serie de chips Blackwell. Los proveedores de la nube también alquilan su IA a otros desarrolladores, lo que puede originar un retraso en cadena.

Según algunos analistas, demasiados huevos del negocio de IA están puestos en la cesta de Nvidia. Además del frenazo en el suministro de chips, la empresa se halla en el punto de mira del Departamento de Justicia estadounidense, que investiga supuestas prácticas monopolísticas tras la adquisición de la startup israelí de IA Run:ai en abril por unos 700 millones de dólares.

Apple, Nvidia y el resto de las siete grandes habían impulsado al S&P 500 hasta niveles récord este año, incluso cuando los elevados tipos de interés lastraban gran parte del resto del mercado bursátil. Pero el impulso de las grandes tecnológicas cambió el mes pasado por el temor de los inversores a que sus precios fueran demasiado altos y a que las expectativas de crecimiento futuro fueran demasiado difíciles de alcanzar. El crecimiento interanual de los beneficios de las tecnológicas se ha ralentizado a casi el 30% en el segundo trimestre, frente al 50% del periodo anterior. Los analistas prevén una desaceleración aún mayor, hasta el 17%, en el tercer trimestre.

Desde hace poco más de un mes los inversores han iniciado una rotación de sus carteras desde las grandes tecnológicas hacia los valores de menor tamaño, lo que permitió al índice Russell 2000 registrar uno de sus mejores meses en años y su mayor rentabilidad frente a los valores de gran capitalización, como los tecnológicos, desde 2001. El miércoles, las señales de la Reserva Federal de que podría reducir los tipos en septiembre ayudaron a los pequeños y medianos valores. El viernes, sin embargo, el informe de empleo de julio revirtió la tendencia ante la posibilidad de un aterrizaje forzoso de la economía, que perjudicaría a las empresas más pequeñas. El índice de referencia de pequeña capitalización ganó un 10,2% el mes pasado, ya que los inversores se mostraron desencantados con las perspectivas de varias de las llamadas siete magníficas que habían impulsado a los valores de primera fila a una serie de máximos históricos este año.

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