La rama de los Lara García pone a la venta el 33% del Grupo Planeta

Los movimientos continúan en el accionariado del grupo Planeta. En octubre el presidente de la compañía, José Creuheras, explicó que tras el fallecimiento sin descendencia de Maribel Lara —la primera de los cuatro hijos del fundador del grupo, que tenía el 24%— el accionariado ...

Los movimientos continúan en el accionariado del grupo Planeta. En octubre el presidente de la compañía, José Creuheras, explicó que tras el fallecimiento sin descendencia de Maribel Lara —la primera de los cuatro hijos del fundador del grupo, que tenía el 24%— el accionariado se reequilibró entre las tres ramas que quedaban, que pasaron a ser propietarios de un 33% cada una. Ahora, una de estas tres ramas, los Lara García —herederos de José Manuel Lara, también hijo del fundador y segundo presidente de Planeta, y que murió en 2015— ha decidido poner a la venta su parte, según ha adelantado El Confidencial y confirman fuentes del sector. Ya lo ha comunicado al resto del consejo, y ha contratado a Morgan Stanley para llevar a cabo la operación.

La venta de un 33% del grupo implicaría la entrada de un nuevo accionista en una posición minoritaria frente a las otras dos ramas familiares que “han expresado su voluntad de compromiso con el proyecto a largo plazo” afirman fuentes de Planeta, que recuerdan que el grupo tiene como política asumida por su accionariado la reinversión de los dividendos. La capacidad de influencia o de gestión del socio minoritario que comprase el tercio del grupo que está en venta estaría, pues, bastante limitada y también sus pretensiones de rentabilidad dependerían de los demás accionistas. Y, al ser una empresa que no cotiza en Bolsa, también será difícil si quiere volver a vender esta parte, ya que deberá buscar a otro socio minoritario. Algunas informaciones han situado en los 900 millones de euros la valoración de una operación de este calibre.

El grupo Planeta es propietario de 70 sellos editoriales, de la cadena de librerías Casa del Libro, controla Atresmedia (que incluye Antena 3, La Sexta y Onda Cero) y es dueño también del diario La Razón. La decisión de la venta, aunque puede no cambiar la composición del consejo o el rumbo del grupo, sí es trascendental para la historia de una empresa familiar que se fundó en Barcelona en 1949, y que ha ido creciendo hasta el tamaño que tiene hoy, primero de la mano de su fundador, José Manuel Lara Hernández, y luego de su sucesor, José Manuel Lara Bosch.

Son precisamente los herederos de esta rama los que quieren salir de la compañía. Entre estos herederos está José Manuel Lara García, que asumió el cargo de consejero delegado cuando Creuheras, abogado y amigo de la familia, y trabajador de la casa, aceptó la presidencia del grupo en 2015. Tres años después, el consejero delegado protagonizó un movimiento para asaltar la presidencia, pero fue destituido gracias al apoyo que Creuheras obtuvo de las otras tres ramas (la ya fallecida Maribel, la rama de Inés Lara, y los herederos de Fernando Lara, que murió en 1995). También entre los herederos que ahora quieren vender está Pablo Lara García, que en noviembre de 2020 sustituyó a su hermano defenestrado en el consejo de administración, donde todavía continúa. Pese a que algunos lo situaban como un candidato para suceder a Creuheras, ahora toda esta rama ha optado por vender su participación. La tercera generación de la familia Lara (los nietos del fundador) está formada por siete personas, y la cuarta, por 11. En el grupo ya trabajan, en distintas posiciones, varios miembros de las ramas de Inés Lara y los desdendientes de Fernando Lara.

El grupo, que cuenta con 12.500 trabajadores, tiene su negocio dividido en tres ámbitos: el editorial constituye un 26%, el de medios un 48%, y el de la formación un 23% (el 3% restante lo configuran otros negocios pequeños o empresas participadas). Tal como explicó Creuheras en octubre coincidiendo con la entrega de los premios Planeta, la compañía se ha recuperado ya de la pandemia: cerró 2022 con una facturación de 1.800 millones de euros, un 5,8% más que el año anterior, y mantiene una deuda de 250 millones de euros, que ha diversificado mejorando su financiación. El beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó en los 350 millones de euros, un 14,8% más que el año anterior. “Tenemos solidez económica y financiera”, advirtió entonces Creuheras.

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