Pueblo chico, ingresos grandes
San Lorenzo de la Parrilla, un modesto pueblo de Cuenca, se convierte en uno de los más ricos de España y los vecinos buscan al misterioso contribuyente que ha levantado la media del municipio
San Lorenzo de la Parrilla, en la provincia de Cuenca, tiene 1.040 habitantes, tres sucursales bancarias, dos bares, una plaza de toros y un misterio que recorre el pueblo. ¿Quién es el vecino millonario?, ¿Quién está forrado y no se sabía?, ¿Quién ganó el año pasado diez millones de euros en un pueblo de campos de cereal y girasol hasta duplicar la renta media del pueblo?
Este lugar de la Mancha, a 155 kilómetros de Madrid, es el pueblo de España en el que más ha aumentado la renta media de sus vecinos ...
San Lorenzo de la Parrilla, en la provincia de Cuenca, tiene 1.040 habitantes, tres sucursales bancarias, dos bares, una plaza de toros y un misterio que recorre el pueblo. ¿Quién es el vecino millonario?, ¿Quién está forrado y no se sabía?, ¿Quién ganó el año pasado diez millones de euros en un pueblo de campos de cereal y girasol hasta duplicar la renta media del pueblo?
Este lugar de la Mancha, a 155 kilómetros de Madrid, es el pueblo de España en el que más ha aumentado la renta media de sus vecinos en el último ejercicio fiscal. Según las declaraciones de la renta (IRPF) presentadas en localidades españolas de más de 1.000 habitantes, este municipio tiene una renta bruta media por habitante de 37.335 euros, casi el doble que en 2021. De un año a otro San Lorenzo de la Parrilla se ha colado en el puesto 70 en la lista nacional que cada año elabora la Agencia Tributaria y que nuevamente está encabezada por municipios habituales como Pozuelo y Boadilla en Madrid o Matadepera y Sant Just Desvern en Barcelona. Los datos de este humilde pueblo también han sorprendido a nivel autonómico; es el pueblo con la renta más alta de Castilla-La Mancha, frente el año anterior que estaba en el puesto 170.
¿Qué ha pasado para un salto tan grande? La noticia ha sorprendido al pueblo. Han llegado periodistas y han aparecido en televisión. En el bar no hace falta ser el detective Colombo para descubrir que algo pasa solo escuchando las conversaciones.
—“Que dicen que somos millonarios”, comenta vacilón el jubilado en la barra.
—“Oye, que sois los más ricos de España”, entra gritando al local el albañil de Valencia.
Javier Martínez, el dueño del bar, atribuye el crecimiento al empuje de sus vecinos. “Cuando Armstrong llegó a la luna ya se encontró un parrillano vendiendo mantas en la luna”, bromea. “Es cierto que somos un pueblo pequeño, pero hay varias empresas que crean muchos puestos de trabajo”, dice sobre un pueblo donde los principales contribuyentes son jubilados que pasan la mañana al sol de los bancos de la Plaza Mayor o los cien peruanos que viven en el pueblo trabajando como camioneros.
Son las 11 de la mañana del viernes y dentro del bar los vinos y las cañas circulan sin pudor por la barra mientras se habla de la lista de Hacienda. En el despacho del ayuntamiento, la alcaldesa Virginia Martínez aporta algunas pistas para explicar el crecimiento. “Según Hacienda se trata de una sola persona que el año pasado declaró rendimientos de unos diez millones de euros lo que ha hecho subir la media de todo el pueblo, pero no sabemos de quién se trata”, dice la alcaldesa socialista. “Un solo contribuyente ha alterado el resultado de las estadísticas y ha subido la media, ya que la realidad económica del pueblo no tiene nada que ver con ese resultado”, añade.
Para averiguar el nombre del millonario que ha colocado a San Lorenzo de la Parrilla en el mapa, los vecinos manejan algunas pistas.
Para algunos tiene que ver con la lotería después de que hace algunos meses a tres jóvenes del pueblo les tocara el sorteo de la ONCE. “Pero son premios de 50.000 euros por cabeza así que eso no da para elevar tanto la renta”, dice el camarero. Para otros, detrás del dinero está alguno de los dueños de algunas de las empresas del municipio: una de mármoles y granito, otra de muebles, otra de aceite de oliva, otra de huevos y otra más de camiones y transportes por carretera. Las tres primeras cuentan con menos de una decena de trabajadores frente al medio centenar de trabajadores que tienen Rujamar, dedicada a la venta de huevos y pollo en grandes superficies como Mercadona o Transfired, una exitosa empresa familiar con decenas camiones conducidos por peruanos, que mueve mercancías por toda España incluidos los principales puertos del país. De las cinco empresas solo las dos últimas siguieron funcionando durante la pandemia e hicieron mucho dinero cuando en 2021 se reactivó la actividad económica. Así que en la calle los vecinos se dividen entre huevos o camiones.
“Al principio pensamos que podía ser alguno de los dos empresarios fuertes que hay en el pueblo, pero es que no hablamos de un beneficio bueno, estamos hablando de ingresos desorbitados”, añade Marín Martínez, concejal de Hacienda de un pueblo en el que todos parecen apellidarse Martínez.
Para saber dónde viven los dos ilustres vecinos es suficiente con darse un recorrido por el pueblo y descubrir dos viviendas, que destacan sobre las demás. Frente a casas sencillas de ladrillo y piedra, las residencias de los principales empresarios del pueblo lucen muchos metros cuadrados, verjas de hierro y grandes ventanales, sobresalen entre los demás.
Un tercer bando de parrillanos apuestan a que el Euromillón le tocó a algún vecino que nunca abrió la boca. Precisamente en el listado de Hacienda del ejercicio 2021 se dio una alteración similar cuando Riudarenes salió del grupo de ayuntamientos más adinerados. Esta localidad gerundense de unos 2.000 habitantes apareció por sorpresa en el top ten de 2020, en segunda posición, con una renta bruta media de 67.302 euros por cabeza, el doble del año anterior. Diarios locales apuntaron entonces a que algunos vecinos habían tenido unos ingresos extraordinarios gracias a su actividad empresarial y que había caído ahí un premio gordo de lotería. En 2021, la cuantía media declarada cayó más de un 50%, el retroceso más marcado de toda la estadística, hasta los 32.022 euros.
Mientras se aclara el misterio, los parroquianos del pueblo se entretienen con cuchicheos y miradas especulando sobre quién está detrás de los millones. En un pueblo donde nunca pasa nada, quién iba a pensar que Hacienda es lo más divertido.
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