La Autoridad Fiscal alerta del aumento del gasto público que supone la reforma de pensiones de Escrivá

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha presentado su informe sobre el impacto del envejecimiento en las finanzas públicas. Y sus conclusiones son una llamada de atención sobre la deriva de las cuentas debido a una demografía que disparará el desembolso en pensiones y en sanidad. De no hacer nada, la actual reforma de pensiones llevará el gasto hasta el 16,3% del PIB en 2049, al tiempo que las iniciativas de ingresos planteadas solo suponen una corrección del 1,3% del PIB. Esto significa que muy probab...

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha presentado su informe sobre el impacto del envejecimiento en las finanzas públicas. Y sus conclusiones son una llamada de atención sobre la deriva de las cuentas debido a una demografía que disparará el desembolso en pensiones y en sanidad. De no hacer nada, la actual reforma de pensiones llevará el gasto hasta el 16,3% del PIB en 2049, al tiempo que las iniciativas de ingresos planteadas solo suponen una corrección del 1,3% del PIB. Esto significa que muy probablemente no se llegará al 13,3% del PIB de gasto promedio entre 2020 y 2050 que quiere la Comisión Europea como límite una vez se restan las medidas recaudatorias. Hay un desfase del 0,8% del PIB en el escenario base, señala la Autoridad Fiscal. Y por lo tanto implica que se tendrá que activar el mecanismo de ajuste automático que ha impuesto el Ejecutivo europeo y que supone que se tendrán que tomar medidas de ajuste a partir de 2025. Si no se hace, las cotizaciones tendrían que subir para compensar la desviación a razón de un 20% al año.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, había declarado ante el Pacto de Toledo que era muy improbable que este mecanismo automático se tuviese que desplegar. Y si lo hacía, sería por muy poco. De acuerdo con el escenario base de la Airef, harían falta medidas por valor del 0,8% del PIB, unos 10.000 millones de euros si se coge el PIB de este año. De todas formas, la institución ha explicado que el resultado es altamente sensible a los supuestos y la metodología que se empleen para el cálculo. Por este motivo, ha manifestado que preferiría que los cálculos del nuevo mecanismo de ajuste que se activará en 2025 sean sobre hipótesis propias y no las que formule el Gobierno y la Comisión.

“El reto está a las puertas” y “esta reforma no contribuye a la sostenibilidad del sistema”, ha advertido la presidenta de la Autoridad Fiscal. Cristina Herrero ha explicado que velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas es necesario para asegurar el crecimiento y el bienestar en una situación que ya antes de la jubilación del baby boom es de una clara vulnerabilidad, con un déficit y una deuda altas. Si no se toman medidas, ha subrayado, el déficit publico se irá al 7% del PIB, casi el equivalente a la recaudación actual por IRPF, y la deuda superará el 180% del PIB. “Más allá de los números concretos y dónde se puedan situar, lo verdaderamente importante es la dinámica y que hace falta una estrategia a medio plazo para consolidar las cuentas”, ha recalcado Herrero.

La reforma de pensiones que acaba de aprobar el Gobierno aumentará el gasto en pensiones en unos 2,4 puntos de PIB en 2050, unos 30.000 millones de la actualidad. Un total de 2,7 puntos son por vincular las prestaciones al IPC y 0,8 por suprimir el factor de sostenibilidad que aprobó el PP y que recortaba la pensión inicial en función del aumento de la esperanza de vida. En sentido contrario, se ahorrarían 0,8 puntos de PIB por la demora de la edad de jubilación y 0,4 puntos porque las pensiones máximas crecen menos que las bases máximas de cotización.

Por el lado de los ingresos, igualar las cotizaciones de los autónomos a las de los asalariados supondría recaudar 0,5 puntos de PIB adicionales. Y las subidas de cotizaciones por el mecanismo de solidaridad y el recargo solidario lograrían el resto hasta conseguir un total del 1,3% del PIB en 2050.

En consecuencia, el déficit por las pensiones aumentará en 1,1 puntos de PIB en 2050, unos 15.000 millones usando el PIB de este año. Si bien la Autoridad Fiscal admite que hay mucha incertidumbre sobre los ahorros logrados por la demora de la edad de jubilación y por la subida de cotizaciones a autónomos. Mientras que el ministerio considera que el 55% de los trabajadores se jubilará voluntariamente con sus incentivos tres años más tarde, la Airef deja esa cifra en el 30%. Los incentivos básicamente consisten en subir un 4% la pensión por cada año que se demore el retiro.

En este ejercicio se supone que no hay ni ciclo económico, ni medidas, ni reglas fiscales. Es una proyección para ver cuál es la deriva fiscal, explican fuentes de la Airef. Si se activasen las reglas fiscales europeas para reconducir las cuentas públicas, habría que hacer un ajuste del 0,43% del PIB al año para cumplirlas metiendo en vereda la deuda y el déficit, calcula el organismo. Eso serían más de 5.000 millones al año. Además, Herrero ha hecho mucho hincapié en que hace falta hacerlo cuanto antes para evitar el efecto bola de nieve que puede tener el gasto en intereses en las cuentas públicas si no se reduce la deuda de forma temprana. Sin adoptar medidas, la carga financiera se dispararía desde el entorno del 2% del PIB hasta superar el 6%, unos 80.000 millones con el producto a fecha de hoy.

Todas estas proyecciones varían mucho dependiendo de los escenarios, recuerda la Autoridad Fiscal. La Airef hace hasta tres adicionales al supuesto base. En el base, la evolución demográfica muestra que a partir de 2030 la tasa de dependencia, la relación entre trabajadores y pensionistas, crece mucho más que en otros países del entorno. Y eso se basa en unas hipótesis demográficas razonablemente optimistas. La tasa de fertilidad, ahora en 1,1 hijos por mujer, irá subiendo hasta converger con Europa, alcanzando los 1,5 hijos.

Y la población inmigrante aumentará en 235.000 personas al año, un número que se coloca en los niveles de los años 2016 a 2019 y que supone la mitad de lo que llegaba entre 1999 y 2008 con la burbuja. La entrada de esos 235.000 al año, según apunta la Airef, llevaría a España ser uno de los países con mayor peso de la población inmigrante.

En estas estimaciones, el crecimiento medio del PIB que se utiliza es del 1,3%. Aun así, alcanzar esta cifra será un reto debido a la disminución del número de trabajadores, explica la Airef. Esto supone que habrá que crecer a fuerza de elevar la productividad, algo en lo que España ha tenido un comportamiento bastante malo durante las últimas décadas. Para que se cumpla este escenario, la productividad tendrá que tomar el testigo en un contexto de envejecimiento en el que es más difícil tener innovación.

En términos nominales, es decir incluyendo la inflación, el crecimiento que se usa es del 3,3%. El gasto sanitario se elevaría en más de un punto de PIB hasta el 8%. Y el de cuidados de mayores subiría al 2% del PIB. En cambio, los desembolsos por educación disminuirían algo.

La Autoridad Fiscal también hace un estudio sobre lo que supone las subidas de cotizaciones planteadas sin recoger el mecanismo automático de corrección. Para una renta alta, su tipo efectivo de contribución subirá en unos 10 puntos. Para una baja, se elevará en 1,2 puntos. En este sentido sería contributivo. Sin embargo, los sueldos bajos soportarán buena parte de estos incrementos de cotizaciones al aportar un 35% de toda la recaudación debido a que son muchos más.

El ministro Escrivá había criticado las estimaciones de Fedea, BBVA o Esade diciendo que eran cálculos interesados y que estaban hechos desde un ordenador de casa. Sobre las proyecciones de la Airef, ha señalado que son parecidas a las suyas, que son cifras manejables y que lo importante son las recomendaciones que hace. Entre ellas, la Autoridad Fiscal pide que se midan a partir de ahora los efectos del sistema en la equidad entre generaciones.

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