El Constitucional alemán avala la participación de Berlín en el fondo de recuperación de la UE
El tribunal de Karlsruhe desestima dos recursos que trataban de impugnar la aprobación del fondo alegando que no lo contemplan los tratados y que hay riesgo de tener que responder ante el impago de otros países
El Tribunal Constitucional alemán ha desestimado dos recursos que intentaban impugnar la aprobación del fondo de recuperación tras la pandemia de covid-19 de la Unión Europea. Los magistrados avalan así la participación alemana en el mecanismo que permitió crear el multimillonario plan de reconstrucción comunitario, dotado con 750.000 millones de euros y del que Berlín es el principal contribuyente.
Los juece...
El Tribunal Constitucional alemán ha desestimado dos recursos que intentaban impugnar la aprobación del fondo de recuperación tras la pandemia de covid-19 de la Unión Europea. Los magistrados avalan así la participación alemana en el mecanismo que permitió crear el multimillonario plan de reconstrucción comunitario, dotado con 750.000 millones de euros y del que Berlín es el principal contribuyente.
Los jueces del tribunal de Karlsruhe, en el suroeste del país, no han dado la razón a los dos recurrentes, que alegaban que la aprobación del instrumento comunitario por parte del Bundestag (Parlamento alemán) y el Gobierno federal fue inconstitucional. Uno de los recursos lo presentó el profesor de Economía y antiguo miembro de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania Bernd Lucke. El otro lo lidera el empresario Heirich Weiss. En opinión de ambos, el fondo de reconstrucción está fuera de los tratados de la UE, según los cuales la Unión debería financiarse con su propio presupuesto. Las demandas constitucionales señalaban también el peligro de que Alemania tuviera que asumir la responsabilidad de otros Estados miembros si se endeudaban en exceso y no eran capaces de responder por su parte.
El Constitucional alemán ya había rechazado en abril de 2021 dos recursos de emergencia presentados contra el fondo de reconstrucción, lo que permitió su ratificación parlamentaria. El fallo conocido este martes, aprobado por seis votos a favor y uno en contra, estima que la normativa en la que se basa el plan de recuperación no viola el derecho de los denunciantes a lo que el tribunal denomina su “derecho a la autodeterminación democrática”. Asegura también que se trata de una “medida adecuada a la situación económica” y “que se limita al caso excepcional histórico de gestionar las consecuencias de la crisis de la Covid-19 y está estrictamente destinado [el fondo] a este respecto”.
La llamada decisión de recursos propios “no constituye en ningún caso una superación evidente del programa de integración aplicable de la Unión Europea” y “tampoco menoscaba la responsabilidad presupuestaria general del Bundestag alemán”, añaden los magistrados. Los jueces de Karlsruhe cierran la puerta a una posible continuación de la vía judicial al señalar que no cabe recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha asegurado que la decisión del Constitucional es “una buena noticia” pero ha subrayado que la sentencia afirma “el carácter excepcional del endeudamiento conjunto”. “Se trata de una decisión especialmente importante en vista de las propuestas que están actualmente sobre la mesa”, ha añadido en Bruselas, donde se celebra la reunión de diciembre del Eurogrupo. Lindner se refiere a la propuesta de financiación conjunta que respalda Bruselas para contrarrestar los subsidios estadounidenses y a la que Berlín se opone frontalmente.
Respuesta a la crisis económica
En la que probablemente es la decisión más ambiciosa de su historia reciente, la Unión Europea acordó la creación del fondo de recuperación, bautizado simbólicamente como Next Generation EU (La UE de la próxima generación), para dar una respuesta contundente y coordinada a la crisis del coronavirus. Se trata del mayor paquete de estímulos aprobado en Europa, con subvenciones y créditos por valor de 750.000 millones de euros para el periodo 2021-2027.
Los jueces de Karlsruhe dieron un susto al resto de socios europeos en marzo del año pasado, cuando dejaron en el aire la puesta en marcha de fondo, esperado con urgencia por los países más golpeados por la pandemia. La más alta instancia judicial del país ordenó que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, no ratificara la ampliación del presupuesto europeo, trámite imprescindible para la puesta en funcionamiento del fondo. Las dos cámaras del Parlamento alemán lo acababan de aprobar y solo faltaba la firma del presidente.
Un mes después, el tribunal dirimió el recurso de emergencia que había presentado la plataforma ciudadana que lideran Lucke y Weiss y dio vía libre la ratificación. Aquel tropiezo en realidad no demoró la llegada de los millones a las capitales, puesto que entonces todavía había varios países que aún no habían ratificado la ampliación, que requiere la unanimidad de los Veintisiete.
La creación del Next Generation EU parte de la histórica cumbre europea de julio de 2020, en la que se pactó una ampliación sin precedentes de los recursos comunitarios para permitir una emisión multimillonaria de deuda con la que financiar el nuevo fondo. Con este, la economía europea debía salir de la profunda recesión en la que la había sumido la pandemia. La emisión de deuda en los mercados necesitaba el respaldo del prespuesto comunitario, lo que exigía un permiso para elevar temporalmente el llamado techo de recursos propios de las cuentas europeas.
El pleito en Karlsruhe cuestionaba precisamente la legalidad de esa decisión de gran calado, la de financiar como UE subsidios a fondo perdido mediante emisiones de deuda conjunta. Este es uno de los muchos pleitos sobre la integración europea que han llegado ante el Constitucional alemán. Uno de los más sonados terminó con una sentencia de Karlsruhe, en mayo de 2020, que rechazó por primera vez en la historia judicial de Alemania acatar una sentencia del TJUE, relacionada con las compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE).