No, Amancio Ortega no va a comprar el Manchester United y, ¿qué más da?
La publicación de un bulo en un periódico local inglés deriva en una exclusiva mundial completamente infundada gracias a la difusión incontrastada de los medios de comunicación
Vivimos en un mundo globalizado gracias a Internet. Hace tan solo una década (o como mucho dos), un acontecimiento solo se convertía en noticia si estaba avalado por un medio con solera: la CNN o a la ABC estadounidense, la BBC o la agencia Reuters británicas, o el Le Fígaro galo o, en España, TVE o el diario EL PAÍS (perdonen la inmodestia). Pero los tiempos cambian. Los clics impulsivos en las webs han sustituido al pago en metálico del periódico de papel en los kioscos. Y las redes sociales hacen el resto, sin coste alguno, así que se toleran todos los excesos. Según el número de cli...
Vivimos en un mundo globalizado gracias a Internet. Hace tan solo una década (o como mucho dos), un acontecimiento solo se convertía en noticia si estaba avalado por un medio con solera: la CNN o a la ABC estadounidense, la BBC o la agencia Reuters británicas, o el Le Fígaro galo o, en España, TVE o el diario EL PAÍS (perdonen la inmodestia). Pero los tiempos cambian. Los clics impulsivos en las webs han sustituido al pago en metálico del periódico de papel en los kioscos. Y las redes sociales hacen el resto, sin coste alguno, así que se toleran todos los excesos. Según el número de clics de las webs y los likes de las redes sociales como Twitter o Instagram, el Manchester United, el club más valorado del mundo, estuvo a punto ayer de ser adquirido por Amancio Ortega, el mayor multimillonario español y uno de los hombres más ricos del mundo.
Se trata de un bulo, por supuesto. Ni existe tal interés ni nunca existió. Se duda hasta de que el fundador de Inditex sea aficionado al fútbol y menos aún a la Premier Ligue. Más bien se le asocia a partidas de dominó en humildes tabernas con parroquianos de Sanxenxo, en su Galicia der adopción. Hay incluso testimonios gráficos de esas partidas (y no son baladí porque es sabida la aversión de Ortega a las fotografías).
Da igual. En el mundo web, las noticias forman parte del metaverso y eso las avala sin más, independientemente de que tengan una base real o sean pura ficción. El Manchester Evening News publicaba en su web en la tarde de ayer, jueves, que “El dueño de Zara estaba interesado en comprar el Manchester United”. Una publicación local sin apenas difusión lanzaba ese bombazo al que realmente solo le dedicaba un párrafo, el primero. El resto era lo que en el argot periodístico se considera background, es decir, información suplementaria sin interés al alcance de cualquiera en Wikipedia. Por supuesto, el artículo de marras no citaba fuentes para acrisolar una exclusiva de alcance mundial. Se limitaba a enumerar párrafos sin interés: que si Ortega tiene 86 años, que si está en la lista Forbes de los más ricos del planeta, que si fundó Zara...
Dio igual. De la falsa noticia, sin hacer una simple llamada para confirmarla, se hicieron eco los tabloides británicos -estos sí con audiencias multimillonarias- y no tardó en saltar a las publicaciones nacionales españolas. Los cuatro diarios deportivos españoles más relevantes -Marca, As, Mundo Deportivo y Sport- se hicieron eco del scoop. Y también las publicaciones generalistas como ABC, El Mundo, La Vanguardia o El Periódico y cadenas de televisión como Cuatro y tantos otros. Las visitas se dispararon y no solo con la falsa noticia sino también con el desmentido. La victoria de la selección española por 7-0 frente a Costa Rica el miércoles ya había agotado el interés periodístico de los visitantes únicos y habia que ofrecerles otro caramelo apetitoso.
Los portavoces de Inditex y de Amancio Ortega negaron tajantemente desde el principio el bulo, y esa refutación se convertía también paradójicamente en noticia. En noticia de una falsa noticia. Así son las cosas en el universo web, en el que la impostura de la realidad es una mera excusa para atracar la confianza del lector. Lo curioso del asunto es que la fuente original del pufo periodístico, el desconocido Manchester Evening News, ni siquiera llevaba en portada esta presunta exclusiva mundial. Abría su web con un asunto turbio de delincuencia juvenil y relegaba a la quinta posición ese primición mundial del ricacho español comprando al club más valorado del mundo (aunque en la lista Forbes acaba de ser superado por el Real Madrid en 2022).
De la deserción de Ronaldo a la venta del club
Y, entonces, ¿cuál es la explicación a este dislate informativo?. Muy sencillo: oportunidad y actualidad. El Manchester United es el club con más prestigio histórico de Inglaterra pero su declive desde que el veterano Alex Ferguson dejara la dirección en 2013, tras casi 30 años al frente del mismo, ha sido imparable. Si se le añade la gota de actualidad de la deserción de Cristiano Ronaldo en esta temporada, justo antes del Mundial, del equipo que le catapultó a la fama, se entenderá mejor la burbuja mediática.
No, Amancio Ortega no va a comprar el Manchester United. Por mucho que los tabloides británicos asocien la venta del club más emblemático de Inglaterra a otras grandes operaciones que protagonizaron multimillonarios como el ruso Román Abramóvich, que se hizo con el Chelsea, o el emir Tamin bin Hamad Al-Thani, dueño del parisino PSG. Al leonés Amancio Ortega le importa una higa el United. Es cierto que la familia yanqui Glazer, dueña del club británico desde hace 18 años, se ha hartado de los fracasos del conjunto de Old Trafford y está deseando deshacerse del club, pero deberá seguir buscando ofertas. En las tiendas de Zara no va a encontrar a su ansiado comprador, ni siquiera en Black Friday.