Mediaset acuerda el relevo de Paolo Vasile, que saldrá del grupo al finalizar este año
El beneficio del grupo crece un 2,3%, hasta los 116,8 millones de euros
El consejo de administración de Mediaset España, grupo que edita los canales Telecinco y Cuatro, ha acordado este miércoles el relevo de su consejero delegado, Paolo Vasile, que ha permanecido en el cargo 24 años. Su salida se hará efectiva al finalizar este 2022 , según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la compañía, que no ha anunciado quién le relevará. Su sustituto será designado directamente por MediaForEurope (MFE), la empresa matriz de Mediaset, con sede en Italia. Al frente de la presidencia se...
El consejo de administración de Mediaset España, grupo que edita los canales Telecinco y Cuatro, ha acordado este miércoles el relevo de su consejero delegado, Paolo Vasile, que ha permanecido en el cargo 24 años. Su salida se hará efectiva al finalizar este 2022 , según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la compañía, que no ha anunciado quién le relevará. Su sustituto será designado directamente por MediaForEurope (MFE), la empresa matriz de Mediaset, con sede en Italia. Al frente de la presidencia se mantiene Borja Prado, que fue nombrado el pasado mes abril durante la Junta de Accionistas y tomó el testigo de Alejandro Echevarría tras desempeñar esa función durante 26 años.
Mediaset España ha dado cuenta este miércoles de los datos económicos correspondientes a los tres primeros trimestres del año, que arrojan un beneficio neto de 116,8 millones de euros, lo cual supone un 2,3% más que en el mismo periodo del año pasado.
La próxima salida de Vasile refuerza el papel de Prado, que también es consejero de MFE, el grupo de medios controlado por la familia del político y magnate de la televisión italiano Silvio Berlusconi. El plan de la compañía, según fuentes del holding, pasa por fomentar la integración con Mediaset España para crear grupo paneuropeo tecnológicamente avanzado y con músculo local y regional.
Vasile había anunciado en 2019 su voluntad de abandonar la cúpula del grupo al año siguiente. Pero la pandemia de la covid frustró este plan y Vasile optó por seguir al frente de Mediaset en un periodo en el que la inversión publicitaria se desplomó.
Superada esta etapa de incertidumbre, reconsideró el calendario y pactó con la matriz del grupo que su relevo efectivo sería a final de este año o tras la formulación de las cuentas, en los primeros meses de 2023.
Vasile, que en los últimos años ha vivido a caballo entre Madrid y Roma, ha hecho gala de sus buenas relaciones con la familia Berlusconi, con que mantiene lazos profesionales desde hace 40 años. “Nunca me habrían echado. Tienen principios y deben que no sería justo”, comentó a EL PAÍS tras el anuncio de su relevo. Durante más de dos décadas, el consejero delegado de Mediaset ha conducido la compañía con mano firme y ha estampado su sello personal en una parrilla que ha reportado a la compañía una enorme rentabilidad. Acomodó la oferta con un claro objetivo: conquistar audiencias masivas. Apostó por los formatos de cotilleo, abrió la puerta a la telerrealidad y situó a los informativos en lo más alto, superando incluso a la televisión pública.
Fórmula agotada
Durante su gestión, Vasile ha llevado Mediaset a las cotas más altas de audiencia y rentabilidad. Desde su llegada al cargo, en 1999, ha firmado un beneficio neto de 3.500 millones de euros. Y ha ampliado el perímetro del conglomerado audiovisual, que explora siete canales de televisión, una productora de cine, un diario digital y una agencia de noticias en vídeo, entre otros negocios. Más pendiente del dato que de la imagen de la cadena, Vasile hizo de Telecinco en el canal más rentable de Europa. Su fórmula era reveladora: “Hacemos programas para vender publicidad”.
La temporada pasada supuso un punto de inflexión en Mediaset en esa carrera de éxitos. La programación, afectada por el agotamiento de la fórmula que encumbró a Telecinco, se derrumbó. El canal cerró el curso con una cuota de pantalla del 13,2% frente al 14% de Antena 3, su eterno rival. Perdió el trono que había ocupado durante una década en favor de Atresmedia, grupo gestionado por el grupo Planeta. Ambos han convertido el sector en un duopolio. Controlan 15 canales en abierto y acaparan más del 80% de la facturación publicitaria televisiva.
Este enorme dominio ha sido posible gracias a un proceso de concentración empresarial. La fusión de Telecinco y Cuatro (entonces propiedad de PRISA, editor de EL PAÍS) a finales de 2009 contribuyó a ampliar el espectro de Mediaset y redibujó el mapa audiovisual. Esta operación impulsó dos años más tarde a Antena 3 a absorber La Sexta. Decisiones fallidas, como la pérdida del concurso Pasapalabra tras un intenso periplo judicial, y un desgaste de las viejas fórmulas de éxito, contribuyeron a perder el liderazgo de la cadena y también de los informativos. Mediaset tampoco se ha adaptado al nuevo ecosistema de consumo. Ha eludido invertir en su plataforma de pago y ha cultivado el monocultivo en algunas de sus ofertas. Las relaciones de Vasile con el sector tampoco han sido fluidas. Mediaset abandonó la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca), dio la espalda a los certámenes audiovisuales y se distanció de la Academia.