Ford renuncia a las ayudas del PERTE al retrasar los planes para fabricar sus nuevos coches eléctricos en Almussafes

La multinacional norteamericana, inmersa en un plan de recortes, retrasa sus planes de producción para España

En la imagen, numerosos camiones de proveedores aparcados en la factoría de Almussafes, en junio.Manuel Bruque (EFE)

La multinacional Ford ha renunciado a las ayudas estatales para el coche eléctrico con las que quería lanzar la producción de una nueva generación de vehículos en la factoría de Almussafes (Valencia). La compañía, que acaba de anunciar un plan global de recortes, ha tomado esta decisión tras haber revisado sus previsiones productivas en Europa. Según fuentes de la compañía, esa actualización significa “un retraso” en sus “planes de producción para España”, por lo que no podrá aprovechar los recursos del Proyecto Estratégico para l...

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La multinacional Ford ha renunciado a las ayudas estatales para el coche eléctrico con las que quería lanzar la producción de una nueva generación de vehículos en la factoría de Almussafes (Valencia). La compañía, que acaba de anunciar un plan global de recortes, ha tomado esta decisión tras haber revisado sus previsiones productivas en Europa. Según fuentes de la compañía, esa actualización significa “un retraso” en sus “planes de producción para España”, por lo que no podrá aprovechar los recursos del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que exigían que los desembolsos se produjeran antes de 2026. Fuentes de la Generalitat valenciana han explicado que la decisión supone un “cambio de plazos, no de planes” para Almussafes. El fabricante no renuncia a otras fórmulas de financiación con los gobiernos central y autonómico en el futuro.

La firma anunció el pasado mes de junio que su planta de Almussafes, con 6.000 empleados, era la elegida para fabricar los vehículos eléctricos que tenía por asignar entre sus factorías europeas. “La planta de Valencia es la que hemos escogido como la factoría preferida para ensamblar vehículos basados en una arquitectura de coches eléctricos de próxima generación”, confirmó entonces el director de Ford Europa, Stuart Rowley. La fábrica valenciana se impuso así a la factoría alemana de Saarlouis, que también pugnaba por los mismos modelos.

El PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado (VEC) tiene un papel relevante en la aceleración de la transformación de la industria de la automoción y la movilidad en su conjunto. La resolución provisional de la convocatoria de la cadena de valor del PERTE se publicó el pasado 2 de agosto y este martes concluía la fase de alegaciones. El Gobierno tiene previsto que la resolución oficial se lance en octubre. Sin embargo, Ford decidió este mes descolgarse del plan, que daba acceso al consorcio que lidera la firma a 106 millones en ayudas, de los cuales 68,5 millones eran subvenciones directas y 37,8 millones a préstamos con condiciones ventajosas. Según fuentes conocedoras del proceso, la dirección de la automovilística había comunicado su decisión hace unos días al Ministerio de Industria, cuyos responsables junto a los de la Generalitat han estado manteniendo conversaciones con los directivos de la compañía.

Según las condiciones del PERTE, la inversión tenía que realizarse con el horizonte de 2026 como límite. E inicialmente, los planes del grupo pasaban por fabricar el coche eléctrico a partir de 2025. Sin embargo, el nuevo programa fijado para España desbarata esa perspectiva, lo cual le impide acceder a la financiación pública vinculada a los fondos comunitarios Next Generation EU. Un portavoz del Ministerio de Industria ha afirmado: “La renuncia se debe exclusivamente a una decisión corporativa que redefinirá el calendario y el alcance de las inversiones a realizar en España, centradas en una nueva plataforma de vehículo eléctrico y en el nuevo modelo de negocio que llevará asociado”.

Aun así, la firma insiste en que sus planes para el coche eléctrico siguen pasando por Valencia. “Nos gustaría reforzar el compromiso con nuestra planta de Valencia, ya que las operaciones de Ford en España siguen siendo una parte fundamental de nuestra estrategia para Europa”, asegura el grupo en un comunicado después de que haya trascendido su salida del plan de financiación. “Agradecemos al Gobierno español su cooperación y esperamos trabajar en colaboración con ellos y la Generalitat valenciana para buscar oportunidades de financiación adicionales a medida que avanzamos hacia una gama de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos para 2030″, concluye la nota.

El sindicato UGT, mayoritario en el comité de empresa de la factoría valenciana, ha trasladado a la plantilla tranquilidad, “ya que no está en cuestión acometer las inversiones que garantizan la nueva plataforma eléctrica”, a la que se comprometió la dirección de Ford en el acuerdo alcanzado en Colonia con el sindicato el pasado 27 de enero. El pacto, asegura UGT, “garantiza miles de puestos de trabajo en muy buenas condiciones”. Menos optimistas son CC OO, que pide más información sobre los planes de la automovilística en Almussafes, y CGT, que ha expresado su preocupación sobre la decisión de Ford.

“Cambio de plazos, no de planes”

Fuentes de la Generalitat valenciana insisten en que se trata de “un cambio de plazos, no de planes”. “Esta redefinición del tiempo y del alcance de las inversiones no cuestiona la decisión de Ford de invertir en Valencia y en España , que es una decisión firme y clara para la planta de Almussafes”. añaden fuentes del ministerio, que no quisieron precisar cómo se reasignarán esos fondos del PERTE. En total, el consorcio del que Ford formaba parte optaba a un total de 106 millones de euros de financiación —68 millones de subvenciones y 37 de créditos—, por lo que el Gobierno autonómico se ha puesto en contacto con el resto de empresas del consorcio para estudiar fórmulas que les permitan, con fondos europeos o de la Generalitat, seguir adelante con sus proyectos.

La planta española inició su carrera por la electrificación en octubre de 2021 y tres meses después se consiguió un acuerdo laboral en la factoría española, que incluía contención salarial, trabajar sábados extra e incluso recuperar el turno de noche para garantizar el suministro de pedidos si, como sucedió, se alzaba como fabricante de los vehículos de nueva generación. La renuncia de Ford Motor coincide con sus planes para eliminar unos 3.000 empleos, principalmente en América del Norte e India, mientras se reestructura para alcanzar a Tesla en la carrera por desarrollar vehículos eléctricos impulsados por software, según informó Reuters.

Vuelven los problemas de suministros en la factoría

La dirección de la factoría Ford de Almussafes (Valencia) ha modificado la fechas de cuatro días de ERTE (expediente 
de regulación de empleo) previstas para finales de agosto y principios de septiembre, debido que continúan las tensiones en la cadena de suministro. Según ha informado UGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa de Ford, la dirección de la multinacional automovilística ha indicado que estas tensiones se han visto agravadas por la guerra de Ucrania y la incidencia en el tráfico marítimo. 

En la reunión de la comisión de seguimiento del ERTE de Ford España celebrada este miércoles, la empresa ha modificado el calendario de aplicación en la planta de operaciones de vehículos, de manera que el ERTE previsto para este viernes pasa al miércoles 31 de agosto, y el de los días 2 y 5 de septiembre se trasladan al 22 y 23 de ese mes. 

En la planta de montaje de motor, el ERTE que estaba fijado para el lunes 29 de agosto se traslada al viernes 23 de septiembre. Asimismo, se ha informado de que en las áreas de operaciones de vehículos y departamentos auxiliares se utilizarán los días 1, 2, 5 y 6 de septiembre como jornadas industriales, de manera que estarán consideradas como vacaciones colectivas. / EFE

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