EY agita el mercado de las ‘big four’ con su plan para sacar a Bolsa su negocio de consultoría
La firma, de 312.000 empleados en el mundo, estudia separar esa rama de la auditoría de cuentas
La multinacional de servicios profesionales Ernst & Young (EY) podría poner patas arriba el mercado de la consultoría si, como avanzaba este viernes el diario Financial Times, decide finalmente segregar y lanzar una oferta pública de venta (OPV) por su rama de consultoría global. En una carta a los 312.000 empleados recogida por Reuters, el consejero delegado del grupo, Carmine Di Sibio, aseguraba que no hay nada decidido y que están analizando qué opción estratégica toma...
La multinacional de servicios profesionales Ernst & Young (EY) podría poner patas arriba el mercado de la consultoría si, como avanzaba este viernes el diario Financial Times, decide finalmente segregar y lanzar una oferta pública de venta (OPV) por su rama de consultoría global. En una carta a los 312.000 empleados recogida por Reuters, el consejero delegado del grupo, Carmine Di Sibio, aseguraba que no hay nada decidido y que están analizando qué opción estratégica tomar. Pero lo cierto es que sería una ruptura histórica que tiene un trasfondo regulatorio: y son las dudas sobre los conflictos de interés que puedan crearse porque una misma compañía abarque un gran negocio contable y a la vez ejerza la auditoría externa de decenas de miles de empresas.
La cuestión no es nueva. Basta recordar la quiebra, en diciembre de 2001, de Enron por tener deudas millonarias fuera de balance. Su caída se llevó por delante a la empresa que auditaba sus cuentas, Arthur Andersen, que al mismo tiempo recibía sumas millonarias de la eléctrica por otros servicios de consultoría. Aquello terminó con propósito de enmienda en el sector, pero han sido los reguladores (fundamentalmente en EE UU y Europa) los que han ido poniendo líneas rojas al negocio.
La decisión de EY afectaría al resto de las llamadas big four: Deloitte, PwC y KPMG, ya que se trataría de un cambio de gran calado que trastocaría el modelo de funcionamiento tradicional de estos gigantes. También generaría, según la información del diario, grandes ganancias para los socios de EY que dirigen la empresa. Una de las mayores dudas es, si finalmente cristaliza una OPV, es qué rama, consultoría o auditoría, se quedaría con la marca.