McDonald’s venderá su negocio ruso a un socio siberiano
Todavía se desconocen las cifras de la operación, aunque la empresa reconoció hace días que se anotará unas pérdidas de 1.300 millones por su marcha
McDonald’s es un signo de los tiempos para Rusia. La compañía, que hace 32 años simbolizó el desembarco de las multinacionales en el ocaso de la Unión Soviética, ahora representa con su marcha apresurada del país euroasiático y la venta de sus negocios a empresarios locales la huida generalizada por la guerra de Ucrania. ‘La Gran M’ ha anunciado el traspaso de su filial a un socio de Siberia, que renombrará la marca y cambiará sus menús. Los t...
McDonald’s es un signo de los tiempos para Rusia. La compañía, que hace 32 años simbolizó el desembarco de las multinacionales en el ocaso de la Unión Soviética, ahora representa con su marcha apresurada del país euroasiático y la venta de sus negocios a empresarios locales la huida generalizada por la guerra de Ucrania. ‘La Gran M’ ha anunciado el traspaso de su filial a un socio de Siberia, que renombrará la marca y cambiará sus menús. Los términos del acuerdo no se han publicado, aunque la empresa reconoció hace unos días que se anotará unos 1.300 de millones de euros en pérdidas por su marcha de Rusia.
La cadena de comida rápida ha anunciado que venderá su filial rusa a su socio Alexánder Góvor, quien expandió la cadena en Siberia con la apertura de 25 restaurantes en zonas remotas del país desde 2015. Góvor comenzó a amasar su fortuna en 2007 con la minería en la región de Kuzbás en un negocio conjunto con la firma de Evraz de Román Abramóvich. Según informa el medio digital The Bell, en dos de sus explotaciones perdieron la vida 148 trabajadores.
McDonald’s suspendió sus operaciones en marzo ante la tormenta desatada por la ofensiva sobre Ucrania. Las perspectivas de la cotización del rublo, cuya fortaleza actual no corresponde con el cambio real en los bancos, y el resto de problemas derivados de un país sometido a una gran ola de sanciones, llevaron a la empresa a cerrar temporalmente sus restaurantes. De estos solo seguían abiertos los pocos ubicados en estaciones de tren y aeropuertos, donde se formaban colas gigantescas para adquirir lo que ahora parecía “un lujo” pese a tener enfrente los establecimientos su gran rival, Burger King, que decidió mantener su actividad.
La multinacional poseía en propiedad el 84% de sus casi 850 restaurantes en Rusia y controlaba un 7% del sector de la restauración, según la agencia Tass. Sin embargo, fue una de las más afectadas por las sanciones porque otras firmas, como KFC, han mantenido abiertos sus negocios dado que la mayoría de sus establecimientos son franquicias dirigidas por empresarios rusos.
La presencia de la empresa en Rusia era un asunto serio pese a las bromas de que McDonald’s podría ser nacionalizada por el Kremlin o convertida en un ‘Tío Vania’, el meme que ha hecho furor en Rusia con la broma de renombrar la marca McDonald’s invirtiendo “La Gran M’ en una ‘B’, la ‘uve’ en cirílico. Nada más conocerse la venta, el organismo de Agricultura y Alimentación de la región de Moscú aseguró que esta operación podría crear unos 6.000 empleos adicionales en la provincia.
El acuerdo firmado con Góvor contempla el mantenimiento de los 62.000 puestos de trabajo que generaba McDonald’s durante al menos dos años. Además, deberá asumir todas sus obligaciones con proveedores, arrendadores y empresas públicas.
La cuestión ahora es si el cliente ruso aceptará la nueva imagen de las hamburgueserías. Según aseguraron a la agencia Tass fuentes de la cadena y Oleg Bujárov, presidente de la Federación de Restauradores y Hoteleros de Rusia, solo desaparecerán los nombres y logotipos originales, pero los menús serán idénticos. Por ello, a partir de mediados de junio se podrá comprobar hasta qué punto la marca McDonald’s es el ingrediente principal de sus hamburguesas.