Gran victoria laboral en Amazon: un almacén de Nueva York aprueba la creación del primer sindicato de la compañía
Una votación repetida en un centro logístico de Alabama arroja el resultado contrario, con estrecha ventaja de quienes rechazan sindicarse
Los trabajadores de un almacén de Amazon en Staten Island (Nueva York) formarán el primer sindicato del gigante del comercio electrónico. Por clara mayoría, los empleados del gran centro logístico, conocido como JFK8 y que surte de productos a la Gran Manzana, se han pronunciado a favor de una propuesta que, en otras instalaciones de la tecnológica, como el almacén de Bessemer (Alabama), avanza a trompicones. El proceso de votación en Staten Island, que los líderes de la movilización denunciaron haber sido objeto de zancadillas por parte de la empresa, ha concluido este viernes, con el resulta...
Los trabajadores de un almacén de Amazon en Staten Island (Nueva York) formarán el primer sindicato del gigante del comercio electrónico. Por clara mayoría, los empleados del gran centro logístico, conocido como JFK8 y que surte de productos a la Gran Manzana, se han pronunciado a favor de una propuesta que, en otras instalaciones de la tecnológica, como el almacén de Bessemer (Alabama), avanza a trompicones. El proceso de votación en Staten Island, que los líderes de la movilización denunciaron haber sido objeto de zancadillas por parte de la empresa, ha concluido este viernes, con el resultado de 2.654 votos a favor y 2.131 en contra.
La respuesta masiva de los trabajadores de Amazon supone también un espaldarazo para el alicaído movimiento sindical en EE UU, con una tasa de afiliación del 10,3% el año pasado, la más baja en décadas. En paralelo a la votación de Staten Island, se ha repetido la consulta celebrada el pasado abril en el almacén de Alabama, tras dictaminar las autoridades que la empresa había interferido en la convocatoria y la celebración. Los datos no son tan positivos como los de Nueva York. Frente a los 875 votos a favor, 993 trabajadores de Bessemer han votado en contra de formar un sindicato. Un resultado más reñido incluso que el registrado hace un año, según los datos publicados este jueves por la junta de relaciones laborales, una agencia federal independiente que protege los derechos sindicales de los trabajadores del sector privado.
La importante victoria de los trabajadores de Staten Island es fruto de los esfuerzos de Christian Smalls, un trabajador que fue despedido durante la pandemia por cuestionar el protocolo de seguridad e higiene frente a la covid-19. A diferencia de otras iniciativas similares, como la de Alabama —lanzada bajo el paraguas del mayor sindicato de comercio minorista del país—, Smalls sentó las bases del Sindicato de Trabajadores de Amazon. El resultado de la consulta supone un considerable revés a la compañía de Seattle, conocida por torpedear la movilización de sus trabajadores con injerencias en mítines y reuniones —los de los trabajadores de Staten Island se celebraron en una parada de autobús a las puertas del recinto— y el envío de numerosos mensajes antisindicales.
Esta mañana Smalls declaró la victoria sobre el gigante a las puertas de la sede de Brooklyn de la junta de relaciones laborales. “FELICITACIONES”, tuiteó, en mayúsculas. “Trabajamos, nos divertimos e hicimos Historia”.
“Amazon ha demostrado estar dispuesta a emplear recursos ilimitados en campañas antisindicales, y lo cierto es que estos trabajadores han ganado contra viento y marea”, ha dicho Rebecca Givan, profesora de estudios laborales en la Universidad de Rutgers, citada por el diario digital Daily News. “Es una victoria histórica que tendrá probablemente un gran impacto en Amazon”.
Mientras culminaba el recuento de votos, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez felicitó a los trabajadores del JFK8. El año pasado, antes de la primera votación en el complejo de Alabama, el senador también demócrata Bernie Sanders dejó claro su apoyo a los trabajadores con varias visitas a la planta. Pero no son solo los representantes del ala izquierdista de los demócratas quienes jalean la creciente concienciación de los trabajadores. El presidente Joe Biden es un adalid de la organización sindical y predica con el ejemplo, como por ejemplo, las medidas adoptadas por el Gobierno federal para hacer de la Administración un modelo de buenas prácticas laborales. La primavera sindical de EE UU, una época de efervescencia que se debe a la conjunción de varios factores —del impacto de la pandemia a la más que abundante oferta de trabajo, con millones de puestos por cubrir, o el masivo abandono del mercado laboral conocido como la Gran Renuncia—, ha cosechado su primera victoria.